En el municipio guantanamero de Maisí fueron decomisados 78 sacos de fertilizantes, 55 litros de herbicida, 21.98 quintales de plátano vianda y más de 8.800 libras de malanga, con la supuesta cooperación y vigilancia de los propios habitantes de la referida localidad.
Funcionarios castristas dedicados a la expropiación de todo lo que se les atraviesa, por supuesto, bajo la figura de “incautación”, aseguran que la mercancía estaba toda en buen estado y completamente sellada, así mismo alegaron que estos productos estaban destinados a la venta en el “mercado negro”.
La supuesta preocupación de las autoridades en Maisí está dada porque este tipo de hechos reportan pérdida a la economía nacional y truncan el beneficio y el bienestar social, sin embargo más allá de hacer público el decomiso del fertilizante, el plátano, la malanga y el herbicida, nunca se menciona qué hacen ellos con la mercancía incautada.
“El equivalente en pesos nacionales es: el fertilizante y herbicida ocupado representa 6.600 pesos, la malanga 28.265 pesos con 20 centavos y el plátano 3.297 pesos. Afectación significativa para un municipio de 27.000 habitantes”, destacan los medios locales sobre el mencionado decomiso en Maisí.
De acuerdo a los funcionarios castristas actualmente se continúa el proceso de investigación para determinar la procedencia de la mercancía incautada y detener otras rutas del negocio ilícito. Supuestamente los autores ya fueron detenidos y se encuentran trabajando por la introducción penal en conjunto con la Fiscalía.
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“El actuar oportuno en Maisí permite librar el combate contra los procesos ilegales que terminaría en la reventa de estos productos ahora destinados para el beneficio social”, mencionan los medios castristas, al tiempo que omiten por completo que el Estado se adueña de la mercancía que expropia, justificando su accionar en que las personas no cuentan con los permisos correspondientes para producir.
En Cuba es el régimen el que decide quién produce, qué produce y cuánta cantidad debe producir, y después de un arduo trabajo por parte de los productores, estos deben entregar lo logrado al propio Estado y así ser ellos los únicos dueños de los insumos que más adelante venden a cuenta gotas a un pueblo que muere de hambre.
Redacción Cubanos por el Mundo