La Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que para finales de 2020, las personas en condiciones de hambre podrían aumentar en un 80 por ciento a nivel mundial y en 269 por ciento en los países de América Latina, esto debido a la pandemia del coronavirus que se originó a finales de 2019 en Wuhan, China.
David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, afirmó que el impacto a la economía mundial por la COVID-19 agrava los problemas de desnutrición y hambruna, que podría alcanzar “proporciones bíblicas”. Indicó que en los próximos seis meses, el organismo podría necesitar casi cinco mil millones de dólares en fondos para continuar con sus actividades humanitarias.
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El experto informa que los datos arrojan que de 140 millones de personas en condición de hambre, podría aumentar a 270 millones para finales de 2020. “Apuntan a un desastre real. Estamos en riesgo de una hambruna de proporciones bíblicas”, alertó Beasley.
Los países de América Latina son los más propensos a sufrir esta debacle debido a la falta de políticas alimentarias coherentes, como en el caso de Cuba, Venezuela y Nicaragua. En la región se prevé un crecimiento de un 269 % en el número de personas que padecen hambre y desnutrición.
Una situación igualmente dramática se observa en la parte oriental y central de Asia, donde se prevé un aumento del hambre del 135 por ciento, mientras que en Sudáfrica esta proporción ascenderá a casi el 90 por ciento.
“La misión del PMA es la de proporcionar alimentos a 138 millones de personas en 2020. Se trata de la mayor operación humanitaria de la historia, y esta crisis sin precedentes requiere una cantidad increíble de dinero”, aseveró Beasley.
Redacción Cubanos por el Mundo