Cientos de cubanos temen morir tapiados dentro de sus viviendas en riesgo de derrumbe, debido al avanzado estado de deterioro y que cualquier día podrían caer sobre ellos; este miedo, se incrementó con el paso del fenómeno atmosférico Laura, ya que pese al peligro, el régimen no hizo evacuaciones preventivas.
Cuando las fuertes lluvias y vientos llegaron a La Habana, el terror se sembró en los corazones de una familia que habita en un local a punto del desplome; por lo que esta joven madre cubana de tres niños, identificada como Yanai Guillerme Vinet ofreció su testimonio al medio de comunicación independiente Cubanet, en el que reveló que en el edificio donde vive sufre inundaciones en el pasillo y el agua entra a las casa, por lo que estuvo muy asustada junto a sus hijos.
“Esto estuvo bastante tenso porque no nos evacuaron, tuve que quedarme aquí con los niños (…) todo está en mal estado, adentro y fuera de la casa”,
dijo Guillerme Vinet.
Según lo que reveló esta madre cubana, apenas dos personas fueron evacuadas, pero fueron enviadas de regreso el mismo día del evento cerca de las 9:00 de noche: “Si hubiese pasado algo peligroso en el edificio nos hubiésemos matado a la hora que pasó la tormenta”, añadió.
Sobre la colocación de vigas en la estructura en riesgo de derrumbe, la mujer reveló que las mismas fueron puestas hace más de cinco años, que presuntamente habrían sido colocadas para darle fuerza a la edificación, por la falta de viviendas nuevas y albergues.
El desgarrador testimonio de la cubana también señala, las penurias que ha vivido en los últimos meses, y señaló que ella “no es un caso social” para el régimen, que no se ha preocupado por atenderla de ningún modo. Apenas recibe ayuda de los vecinos cuando tiene un poco de dinero, quienes se encargan de hacer la cola por ella, ya que no puede ir hasta las tiendas con sus pequeños, para adquirir los productos en escasez.
“No tengo ni para dónde ir (…) Esto no tiene explicación (…) conseguir el alimento está bastante malo porque las colas son inmensas; no puedo pararme a las 4:00 de la mañana a ir una cola y la economía no la tengo”,
dijo la madre cubana entre lágrimas, ante la impotencia de no poder darle una vida mejor a sus hijos.
La falta de interés por la vida de los cubanos, quedó en evidencia una vez más, durante los eventos ciclónicos de los últimos días, ya que no tomaron ninguna medida preventiva ante el riesgo de desplome de algunas viviendas, mientras que los hoteles para turistas si fueron asegurados.
En condiciones atmosféricas regulares, en Cuba hay constantes derrumbes gracias al deterioro de las viviendas que fueron construidas hace más de seis décadas y con la poca capacidad económica de los cubanos, que no les alcanza ni para abastecerse de alimentos, muchos menos para reparar o darle mantenimiento a sus viviendas.
