“Vivir ahí es un desastre”, dice un cubano que no está conforme con las migajas que recibe por parte del régimen, sobre todo cuando se trata de un techo fabricado con materiales de mala calidad, que se hizo solo para cumplir con el “Plan de Viviendas”, mas no para satisfacer las verdaderas necesidades de los residentes.
Cada vez son más las quejas de los adjudicados a las viviendas construidas por el Proyecto de Construcción de Viviendas Económicas del gobierno cubano, muchos de ellos, vienen de albergues luego de que perdieran sus hogares a causa de daños que con los años llevaron a su destrucción total y lógicamente después de tanta espera, aspiran encontrar en techo digno. Caso contrario, la dictadura les entrega casas en pésimas condiciones, de manera que no hay diferencia entre permanecer en uno de los referidos albergues y tener una vivienda “propia”.
Los departamentos son entregados en obra limpia, en términos de ingeniería civil, pues no cuentan con pintura en su interior, puertas de closets, ni enchape en el baño y cocina, y según los propietarios el material de las puertas y ventanas es el de peor calidad, sin contar con las instalaciones eléctricas, llaves, y el acabado de los pisos totalmente mediocre. La mayoría sufre las consecuencias por no tener como adquirir una vivienda digna, obligándolos a cubrir y reparar muchas de estas fallas que con el tiempo han resultado un inminente peligro.
Varios de los ocupantes de esos departamentos en la comunidad el Roble, en el Municipio Guanabacoa, han manifestado constantemente los desperfectos que mantienen y se acrecientan en sus viviendas, realizando las denuncias a los organismos responsables y empresas constructoras para su debida reparación, pero es el caso que sus llamados de atención han sido ignorados; en cada reunión eran apuntados los casos que iniciaron desde el año 2014 sin ninguna respuesta.
Tal es el caso particular de Luciano Curbelo Pérez, quien declaró para Juventud Rebelde, las condiciones tan precarias en la que le fue entregada su vivienda, así como su lucha constante junto con otros vecinos para ser atendidos. En algunas reuniones con autoridades y representantes de las constructoras se acordaron las reparaciones del Edificio Villa Clara 8, pero tampoco hubo respuesta.
Para agosto de 2020 y al cabo de tantas otras denuncias de los propietarios de los edificios Villa Clara 6 y 7, autoridades del Sistema de Gobierno y Vivienda acudieron a inspeccionar las condiciones de las edificaciones y la respuesta al llamado fue que los propietarios debieron realizar sus denuncias durante los primeros nueve meses de haber adquirido el inmueble. ¿Primeros nueve meses, o primeros nueve años?, Luciano vive en esa comunidad desde el año 2014 y nunca han sido atendidas sus peticiones, por qué pensar entonces que después de tantos años el régimen los ayudará.
Por supuesto, el régimen continúa con su plan de Viviendas para el pueblo, fabricando casas de cartón en las que sus habitantes en vez de hallar una solución a sus problemas, se enfrentan posiblemente a uno mucho mayor, pues algunas de las denuncias se refieren a las malas instalaciones eléctricas que ocasionan el paso de corriente a través de las paredes, lo que incluye un riesgo hasta mortal.
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Redacción Cubanos por el Mundo
