Con la excusa de que se trata de una estrategia para impulsar el distanciamiento social en las colas en las zonas de cuarentena, el régimen en Artemisa toma medidas desesperadas para repartir la miseria de productos, con la venta en las tiendas de acuerdo a las circunscripciones aledañas.
La dirección del municipio ordenó hacer un registro casa a casa, para tomar los datos de la persona que va a comprar de una vivienda, con su número de carnet, para controlar que los pocos alimentos que fueron distribuidos en el punto de venta alcance para todos.
Según Yoel Hernández Figueredo, presidente del Consejo Popular Los Pinos, las personas que estén anotadas en la lista que no puedan asistir a la tienda por cualquier circunstancia, un familiar, vecino o presidente del CDR podrá retirar el producto con el carnet.
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Estas medidas desesperadas, supuestamente responden a la necesidad de adquirir lo básico en cada vivienda en las zonas de cuarentena por la pandemia del COVID-19, para evitar que la población haga “desplazamientos innecesarios, ante la compleja situación epidemiológica que se presenta en el municipio”, indica el informe de la prensa castrista.
Tiendas Caribe dispuso de 10 puntos de ventas, que según una funcionaria, se les abasteció de productos de manera equitativa de acuerdo a las familias que viven en las zonas, pero este sistema se replica en todo el territorio.
Al final del informe televisado, la periodista reconoce que las medidas desesperadas forman parte de las estrategias para minimizar la actuación de los llamados coleros y evitar el acaparamiento de productos, fortaleciendo la campaña que ha desempeñado el régimen en contra de quienes se dedican a este tipo de actividad.
Redacción de Cubanos por el Mundo