Una anciana cubana de 92 años, quien sufrió una isquemia cerebral, tuvo que esperar por 15 horas la llegada de una ambulancia, para ser trasladada de un policlínico cubano, ubicado en el reparto Eléctrico de La Habana, hasta un hospital para hacerle una tomografía.
El repudiable hecho fue dado a conocer por una cubana identificada en redes sociales como Elizabeth Valdés, que explicó que los encargados del sistema de salud se justificaban sobre a tardanza del vehículo de emergencia, por supuestos temas vinculados a la pandemia del coronavirus, lo cual es “atendido” con prioridad.
“Mi abuela tiene 92 años, le ha dado una isquemia por la mañana y se presume que es un infarto cerebral y a las 6:00 de la tarde todavía no ha aparecido una ambulancia”,
explicó la mujer.
Llena de importencia, caminando por las calles, Valdés grabó un video declaran lo que estaba padeciendo en el momento, por lo que calificó que la tan afamada potencia cubana no es más que una “mier.a”, por lo que pidió que la publicación se difundida por sus amigos en Facebook, para ver si las ciberclarias se atravían a decirle que estaba equivocada.
Para sustentar su afirmación sobre el pésimo servicio médico que estaba recibiendo la anciana de 92 años, la cubana colgó unas fotografías en la que su abuela solo estaba recibiendo oxígeno y la pusieron en observación. “Ya tiene que morirse (su abuela) porque la estúpida que está ahí (en el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) (…) dijo que ella no hablaba con los pacientes sino con los médicos”.
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Para Valdés, esta excusa de la trabajadora del SIUM corresponde a la falta de moral para enfrentar que no hay disponibilidad de ambulancias y porque no le importa en lo absoluto la vida humana.
Cabe destacar que la ambulancia nunca llegó y la familia tuvo que buscar un carro particular para el traslado; pero la negligencia del sistema de salud no solo se limitó a la falta de las unidades, pues con la isquemia cerebral, a la anciana la remitieron en la tarde, horas después.
Finalmente, afirmó que pese a que se ha quedado callada ante muchas injusticias cometidas por el régimen castrista, y la falta de atención gubernamental, si a su abuela le pasa algo si va a “gritar” para denunciar a la negligente potencia médica, la cual, a su juicio, no sirve para nada.
Redacción de Cubanos por el Mundo