En los sistemas comunistas la palabra producción no existe, y en Cuba es algo normal que hasta lo más mínimo se importe, aunque solo para unos pocos, y un ejemplo de ello son las tizas que se usan en las escuelas y universidades las cuales provienen de China.
Según las estimaciones del régimen cubano, la isla necesita alrededor de 80 millones de tizas cada año para satisfacer la demanda en las instituciones educativas.
Ante esta situación de las tizas en Cuba, las autoridades castristas anunciaron que, se encuentra en fase de prueba la primera planta productora de este artículo destinado a “satisfacer la demanda de la educación” en el país.
El reporte de los medios oficialistas señala que, la “alianza estratégica” entre los científicos y académicos de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (ULCV), y la Empresa Geominera del Centro han logrado impulsar esta “pequeña fábrica” que estará ubicada dentro de la mencionada universidad.
“Cuyo corazón es un equipo construido con la colaboración de la Inpud Primero de Mayo, y que también consta de otros implementos como molino, zaranda y una estufa, en los cuales se procesa el yeso extraído de las minas”.
¿Otra mentira del régimen?
Por su parte, Yosvany Díaz Cárdenas, investigador del Centro de Investigaciones y Desarrollo de Materiales (CIDEM), informó que, en principio la dicha industria de tizas en Cuba producirá en cada jornada de labor unas 16 mil unidades, “cifra que deberá incrementarse de manera significativa, cuando entre en funcionamiento el resto de los dispositivos previstos”.
En ese sentido, consideró que, con esa producción la isla podría “ahorrar” una importante cantidad de dinero por concepto de sustitución de importaciones, aunque lo más seguro es que el dinero vaya a los bolsillos de la cúpula comunista.
Redacción Cubanos por el Mundo