Un cubano identificado en redes sociales como Carlos Gómez, denunció la forma “errada” en la que el régimen está aplicando los supuestos planes para acabar con los coleros y así “garantizar” el abasto de alimentos en La Habana, algo nada más alejado de la realidad.
Este hombre admite que, como muchos cubanos, acudía a los revendedores de productos para evitar tener que hacer enormes colas en los comercios producto del desabastecimiento. Pero tras la persecución que se les está aplicando a los trabajadores independientes, un delegado de su circunscripción le dio un “papelito” con el que presuntamente, podría adquirir productos en una local comercial.
“Pues llegó el delegado de mi circunscripción a “resolverme” el problema de que mi dirección oficial no coincide con el municipio donde resido, y me entrega la tarjeta con el papelito. Me asignaron un establecimiento donde debíamos ir a comprar suministros, víveres y lo que apareciera”.
Tuvo que recorrer cuatro kilómetros para llegar al establecimiento, que si bien no es lejos porque él va en moto, para aquellos que deben hacerlo a pie es bastante alejado. Al llegar al comercio en cuestión se encuentra con una enorme cola que está desde la 6:00 de la mañana.
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“Al llegar allí, ya estaba armada una cola desde las 6 a.m. llena de ancianos, que no se qué hacen en la calle cuando son los más vulnerables a contagiarse con el Virus COVID-19...cuando llegamos los de “la comunidad, o personal vulnerable” como nos llamó el aspirante a policía que organizó la cola, pues se quiso formar el primer debate”.
Afirmó que una mujer, de avanzada edad y baja estatura, lo interpeló al verle el “patético pero real” papelito que le hacía acreedor, o al menos eso pensaba él, de los productos para su familia. Tras una breves palabras con la señora, los encargados de la tienda salen para informar los únicos productos que tenían en venta, que eran añejo de res a 16,30 CUC el kilo y harina de trigo a 2,05 CUC el kilo.
“Fue en ese instante donde la algarabía y el tumulto se acabó…muchos madrugadores se fueron a probar suerte en otro sitio, la primera de la cola, vio que fue en vano su discusión y los 3 amparados por el papelito, nos miramos como diciendo…y a qué nos mandaron aquí??”
Al entrar al establecimiento la impresión fue aún peor. Todo vacío, neveras sin productos, solo agua, el “papelito mágico” que le había dado aquél funcionario revolucionario, con el que supuestamente podría comprar comida, no le servía para nada.
“En las fotos pueden ver la extensa variedad de agua y neveras vacías de aquel bodegón de 5ta y 94… y a los efectos de la institución que expidió el papelito mágico, ya resolvimos nuestra situación alimentaria, para los efectos del delegado, lo de él es cumplir su gestión y nosotros regresamos con las manos vacías, después de la caminata de 4km”.
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Este cubano desmonta el discurso oficialista de que los coleros son los culpables del desabastecimiento, afirmando que la culpa es del castrismo. “La tiene una gestión gubernamental fallida, que se reduce a trámites burocráticos, a medidas desacertadas, a pésima distribución de productos, a jugar con nuestra inteligencia, a humillarnos de esta manera, a proponer en TV que comamos tripas como si fuéramos aves de rapiña”.
Le recordó a todos los cubanos, que los culpables de sus desgracias es ese régimen que se vanagloria en los medios del Estado haciéndose pasar por salvador cuando son los culpables de todo. “NO quiero medidas, quiero que se aparten y dejen a las mentes brillantes que tenemos, construir un país donde comer no sea un calvario”.
Redacción Cubanos por el Mundo
