Una cubana que atraviesa por un embarazo de alto riesgo debido a las diferente condiciones médicas que presenta, denunció este lunes que sufrió maltrato en el Policlínico Norte de Sancti Spíritus, luego de solicitar que le hicieran un electrocardiograma.
Mientras el régimen castrista habla de la “potencia médica”, los cubanos desnudan la realidad de lo que se vive en los hospitales de Cuba, donde los pacientes no solo reciben una pésima atención en relación a la salud sino también personal; tal como lo hizo una espirituana identificada en redes sociales como Caludya Carballo.
A través de la página de Facebook Sancti Spíritus – MI CIUDAD, la cubana relató cómo una enfermera del Policlínico Norte se negó a realizarle un electrocardiograma, el cual le fue requerido en una consulta debido a su condición médica, donde tiene un embarazo del alto riesgo por ser cardiópata, hipertensa crónica, tener glomerulopatía crónica (inflamación de los pequeños filtros de los riñones) y una púrpura de Schoenlein Henoch (trastorno que hace que los pequeños vasos sanguíneos de la piel, las articulaciones, los intestinos y los riñones se inflamen y sangren).
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La mujer indicó que llegó hasta el hospital cubano aproximadamente a las 7:40 de la mañana y pese a que la enfermera de turno estaba realizando un electrocardiograma a otra paciente, presuntamente por una urgencia, le indicó que debía esperar luego de las 8:00, cuando se inicia la atención al público.
Pasadas las ocho, la cubana embarazada le indicó a la profesional de la salud que era momento de que la atendieran, pero de manera grotesca, la misma le respondió que “si estaba apurada se fuera a desayunar” y regresara al rato, sin embargo, le realizó un electrocardiograma a otra paciente.
“Cuando le pregunté quién era su superior para quejarme, hizo caso omiso como si le hablarán a la pared; respiré profundo y al rato (TARDE) llegó la enfermera encargada de hacer los electros, que también se lo realizó a otra persona y cuando le fui a entregar mi indicación, porque a pesar de ser embarazada era la primera, me dijo que esperara”,
añadió Carballo.
Luego de tanta humillación, la cubana embarazada decidió marcharse, ya que temía que la “impotencia tan grande que tenía” le elevara los niveles de presión.
“Así son los trabajadores de la salud que tanto presumen en la televisión de ser una potencia médica y de su trato a sus pacientes. No creo que yo por todas mis patologías y además embarazada, tenga que exponerme tanto tiempo en un lugar público y además donde hacen las muestras rápidas de COVID-19 solo porque a ellas no les da la gana de hacer su trabajo como lo tienen que hacer”,
ratificó.
Finalmente, Carballo expresó que decisión hacer la denuncia pública, esperando que las autoridades apliquen las medidas pertinentes en contra de las enfermeras que la maltrataron en el hospital cubano.
Redacción de Cubanos por el Mundo
