La cubana Nancy Reyes Sánchez, residente del reparto El Uno en Las Tunas, denuncia ante los medios del régimen cubano que cada vez que en su cuadra llueve, varias viviendas se inundan con aguas sucias de letrinas, que además atraen los restos de los corrales de puercos y caballos que se crían en la zona, haciendo que el fenómeno de la naturaleza, que para muchos es una bendición, sea todo un suplicio.
La mujer afirma que desde hace cinco años están sufriendo por ese mismo problema y que las autoridades locales no se han dignado a resolver, pese a los reiterados planteamientos en las asambleas de rendición de cuentas. Juventud Rebelde destaca que las autoridades municipales están al tanto, incluso se han apersonado cuando el río de suciedad pasa por las viviendas.
Recuerda que hace dos años, durante una de las tantas visitas, “acordaron que cuando cesaran las lluvias le iban a dar solución a este problema. Y han vuelto las lluvias, se han ido y han vuelto de nuevo… Y hasta la fecha no se ha resuelto nada”.
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El nivel de desprendimiento de las autoridades castristas con los problemas del pueblo, causa molestia en los vecinos, pues se suponen que están tratando con personas que deberían estar centradas en resolver los inconvenientes, tal como reza el discurso populista usado por los altos jerarcas. La cubana además insiste en que para resolver la situación “no se necesita de muchos materiales”.
Basta con “solo destupir un tubo o colocar otro para que salga el agua como antes lo hacía”, informando que tampoco es necesario un “presupuesto elevado”. “Esto no se ha hecho por parte de los vecinos, dice, porque está debajo de una línea de ferrocarril”, informa la cubana.
Afirma que se requiere y una autorización para realizar el trabajo, además de los materiales y ninguna de las dos cosas las posee.
Redacción Cubanos por el Mundo
