Este martes a través de su cuenta en Facebook, el médico cubano Alexander Raúl Pupo Casas, quien descargó al régimen recientemente, anunció que presentó su renuncia ante la directiva del hospital Ernesto Guevara de Las Tunas, donde hacía su residencia en Neurocirugía.
La declinación es consecuencia de la campaña de descrédito desempeñadas por la dirección del centro de salud, quienes planeaban expulsarlo tras su denuncia; la ola de críticas por parte de los partidarios de la dictadura; además de la violación de sus derechos constitucionales.
“‘El mayor principio de un médico hacia la sociedad debe ser promocionar la salud, no los intereses de un partido’. Como era de esperarse en el día de ayer la comisión de ética del hospital dictó su fallo en mi contra. No me sorprendió la decisión, lo que más lo hizo fue el descaro de la persona que me leyó el documento diciéndome que ellos no me sancionan, que ellos solo emiten su juicio y que era competencia de otros el dictamen final. Persona, que estuvo en mi entrevista, y que no tuvo argumentos de ningún tipo para formular dicha acusación”,
escribió el médico cubano en su red social.
En este orden, el joven galeno explicó a diferencia de algunso compañero, presentó su renuncia porque no le “vendería el alma al diablo” para conservar un puesto de trabajo; al contrario mantiene su postura en lo que para él significa ser un “buen médico”.
Añadió que, que la decisión de dejar sus funciones en el centro de salud se debe a que la institución “no cumple los requisitos morales ni éticos que busco para mi formación como futuro neurocirujano”.
“Considero que todo médico digno es fiel solo a la verdad y no a un partido específico. Ustedes que mezclan la política con lo laboral, que juzgan al hombre por sus ideas y anteponen la política a la salud, están muy lejos de saber lo que significa ser un buen médico”,
añadió.
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Para el médico cubano, su profesión está desligada a “toda política sucia”, ya que el la profesión se ama por encima de cualquier cosa, en aras de mejorar la calidad de los servicios hacia sus pacientes; cosa que no entienden en el referido hospital.
Asimismo, manifestó que presentó su renuncia dejando atrás a buenos amigos y colegas , a sus pacientes y “algunas personas decentes que siempre se me acercaron para brindarme su apoyo (incluso directivos)”; dejando los servicios en Las Tunas, pero aclaró que, esto no significa que dejará de servir a la medicina.
Expresó que continuará trabajando para crecer como médico y como ser humano, pese a la dura experiencia que le tocó vivir por descargar en contra del régimen castrista, la cual aseguró que le sirvió “para saber que quien tiene amigos ya ganó, ya lo tiene todo, ya es millonario”.
“Ellos perdieron al médico, yo gané mi dignidad”,
enfatizo.
Dijo que estará disponible ante el llamado de cualquier hospital que le solicite sus servicios y ayuda, siempre y cuando no quieran imponer un “pensamiento político o una ideología en la que no crea”. Añadió que, seguirá publicando todo lo que piensa: “seguiré siendo la espina en la sopa del opresor, seguiré siendo la piedra en el zapato roto de la mentira. Una vez más, este mensaje va para todos mis compañeros que piensan como yo”, concluyó.
Cabe destacar que, luego de denunciar la crítica situación que sufren los galenos que trabajan en los hospitales dentro de la isla, Pupo recibió fuertes amenazas por parte del régimen castrista, todo por mencionar los pésimos sueldos de los profesionales de la salud cubana.
Pese a los intento de intimidación, el joven médico continuó reportando lo que le estaba ocurriendo, aunque confesó que llegó a temer por su vida. A pesar de que muchas personas se le pusieron en contra, muchos internautas le expresaron su apoyo, y lo incentivaron a no callar ante las injusticias.
Redacción de Cubanos por el Mundo
