Mal paga el diablo a quien bien le sirve. Caridad Carballo, presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de la Habana Vieja, fue separada de su cargo luego de denunciar el mal estado de su vivienda ante medios independientes, alegando además que estaba “decepcionada” de la revolución, pues pensó que el castrismo ayudaría a los más pobres cuando no fue así.
Según informa el portal CubaNet, luego de la denuncia, funcionarios castrista se presentaron en la casa de la señora de 73 años para separarla del cargo y señalarla de mezclar su pésimas situación con la política del país. “Las autoridades locales ordenaron eliminar el grafiti del encapuchado en la fachada de Carballo, una obra de Fabián López, conocido por la firma “2 + 2= 5”.
Al no tener ningún tipo de excusa, los castristas afirmaron que dicho grafiti era “subversivo” al igual que la denuncia que había realizado anteriormente. “En el barrio nadie interpretó el vínculo entre las represalias contra la anciana y la eliminación del grafiti. La explicación llegó cuando aparecieron, llenos de soberbia, los comisarios políticos”.
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Ahora la mujer, quien se incorporó a los CDR a la edad de 13 años, vive en carne propia el linchamiento político que miles de opositores sufren a diario, además de ser víctima de injusticias laborales y ostracismo público. Y es la primera represalia que sintió la septuagenaria cederista fue que los 17 años al servicio de la Oficina del Historiador de La Habana quedaron en el olvido, ya que desde que alcanzó la jubilación, la cubana se mantenía como custodio de instalaciones estatales.
Un familiar contó a CubaNet que incluso antes de la denuncia, había hecho turnos dobles, pero usaron a la COVID-19 como excusa para despedirla. “Le dijeron que debido a la COVID-19 prescindían de las personas mayores de 65 años, consideradas de mayor riesgo al contagio con el virus”, contó.
Pero al régimen no les bastó con despedirla. Miembros del CDR no. 7 “Claudio Argüelles Camejo” organizaron un acto de repudio para destituir a la anciana como presidenta. Vecinos no se explican como empleados del régimen tienen autoridad para destituir a los dirigentes de organizaciones supuestamente no gubernamentales. “Se supone que sean los miembros del CDR quienes elijan a su presidenta, pero no fue así, ellos mismos lo hicieron todo”.
La mujer decidió hablar con la prensa independiente ya que su caso no era escuchado en las altas esferas del poder en Cuba. Llevaba décadas denunciando el mal estado de su vivienda, incluso asistió a la Asamblea del Poder Popular, pero no hubo solución para ella.
Redacción Cubanos por el Mundo
