En Pinar del Río el régimen parece no saber como controlar el fuerte brote de coronavirus. Pese a las medidas extremas aplicadas, como el aislamiento total de varios municipios y poblados, la provincia sigue arrojando casos positivos al balance nacional. En Consolación del Sur, una ciudad de unos 30 mil habitantes, sus calles están desiertas. A los residentes se les tiene prohibido salir y les exigen usar nasobuco incluso si están casa.
De acuerdo con un reciente reporte de la televisión cubana, la cuarentena fue decretada desde el pasado 29 de octubre y hasta la fecha la ciudad sigue albergando casos positivos de la COVID-19. Dichas medidas limita el movimiento de las personas, además de que se tuvo que ampliar el perímetro de la cuarentena para tratar de controlar el foco.
Julio Acosta, Presidente del Consejo de Defensa Municipal de Consolación del Sur, indicó que los resultados han estado “acorde” pese a que dicha municipalidad no para de arrojar nuevos infectados con coronavirus. Recordó que el castrismo habilitó a más de 700 mensajes para la distribución de medicamentos y alimentos, para de esa manera limitar el movimiento, pero debido a la crisis de desabastecimiento que vive el país, esto no es garantizado.
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Al ver que la cuarentena radical no está arrojando los resultados esperados, el castrismo al parecer incrementará las medidas sanitarias interdomiciliarias, como evitar compartir artículos personas y el uso del nasobuco en todo momento.
Este mismo esquema se está aplicando en el municipio La Palma de Pinar del Río, donde a partir del 30 del octubre se decretó una cuarentena en la calle Céspedes final; Circunscripción 38. Esta medida afecta a unas 120 personas en unas 55 viviendas donde se detectó un foco de infección, aunque el doctor Alexis Álvarez Hernández, director municipal de salud, asegura que la enfermedad pudo trasladarse a otros municipios de la provincia por la amplia red de contacto que tuvo el paciente “cero”.
Redacción Cubanos por el Mundo
