Decepción, ese es el sentimiento que siente Javier Ramos Rojas, un trabajador de Vivienda cuya casa en La Habana está en riesgo de derrumbe y teme por su vida y la de su familia, pues ya ha sido herido por uno de los escombros en una mano. En entrevista con el portal CubaNet, Ramos detalla como comenzó su periplo para exigir una vivienda “digna” en la Cuba comunista, misma que hasta los momentos no llega.
“Yo estaba sentado en un sillón y me cayó una piedra grande en la mano en cuanto empezó a llover. Mi mujer embarazada se asusta y cuando me asomo, el techo colapsó”. Detalla que tras esos eventos, llamaron inmediatamente a las autoridades competentes para verificar la situación, pero asegura que no hizo gran diferencia.
“Dijeron que era un derrumbe parcial y que nos tenían que evacuar” detalla el cubano, pero aún siguen “a la espera” dentro del inmueble que en cualquier momento les podría caer encima. Detalla que cerca de su casa en riesgo de derrumbe hay varios locales vacíos que pueden ser habilitados para que él y su familia lo habiten, pero le informaron que uno de ellos estaba destinado para la embajada de España en Cuba.
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La única respuesta oficial que le da el castrismo es que “deben esperar” ya que otras 120 personas se encuentran en la misma situación y no les pueden “resolver” aún. Destaca que ya acudió a varias instancias para tratar de resolver su condición, pero lo único que recibe es “peloteo” de un lado para el otro
Se desnuda en la Plaza de la Revolución
Desesperado ante tanta inacción por parte de las autoridades castristas, este trabajador de Vivienda decidió protestar en la Plaza de la Revolución desnudo. “Fui y me desnudé, lo único que me dijeron fue ‘aquí no puedes estar’ me metieron en una patrulla y me llevaron al calabozo. Una vez en la Unidad Policial, en vez de dejarme en el lobby para que alguien me escuche, me lanzaron a un calabozo”.
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El habanero muestra un carnet que lo certifica como trabajador de Vivienda, donde fungió como chófer de la propia directora del organismo a quien identificó como Yineth. “Cómo tu crees que me pueda sentir, si yo siendo trabajador de ahí mira como me tratan, que puedo esperar para los de afuera”.
Rechaza que los cubanos, pese a la miseria que viven gracias a la dictadura comunista, siga participando y apoyando actos proselitistas. “Cuando uno el cubano se encuentra en un desastre como este es que uno se da cuenta de que aquí te engañan y no te dan nada, te prometen, te dicen y al final no te dan nada. Estoy tirado como un carnero aquí y no dicen nada”.
Redacción Cubanos por el Mundo