La persecución del régimen en la isla no tiene techo. Esta vez fue en Sancti Spíritus, donde esbirros de la dictadura detuvieron a un supuesto criador de cerdos “ilegal”, aprovechando así para darle más tela a su aparato de propaganda que consiste en echarle la culpa al pueblo.
El canal del Estado, acostumbrado ya a esconder todas las malas acciones del régimen, reportó que el hecho ocurrió en la finca San Ignacio del municipio de Taguasco, ubicado en la provincia espirituana.
Asimismo, esbirros del régimen informaron que en el lugar mencionado también había “gran cantidad” de alimento animal adquirido presuntamente desde el mercado negro.
“Ocupamos una cantidad significativa de arroz consumo, arroz de cáscara, afrecho, soya, miel y pudimos comprobar que esta cochiquera está de forma ilegal ya que el ciudadano no posee documentación que lo acredite”,
señaló uno de los esbirros de la dictadura castrista.
En tal sentido, el medio castrista agregó que fueron detectados, supuestamente, 44 sacos de arroz consumo, 26 de arroz en cáscara, 184 de afrecho, 105 de pienso criollo, 43 de soya y 10 maíz en granos.
Los uniformados de la tiranía aprovecharon para asegurar que se trataba de un supuesto delito de “receptación” y “acaparamiento”, y como ya es costumbre, tampoco desperdiciaron la oportunidad para culpar al pueblo de la desgracia que se vive en la isla, alegando que “estos productos son necesarios para le economía del país”.
Trascendió que también fueron ocupados 220 litros de diésel, una cisterna, dos pipas, dos carretas de tractor y 110 barras de acero corrugadas. Por si fuera poco, al criador de cerdos también le quitaron un carro marca Moskovitch, 1.700 CUP y 50 CUC.
La miseria, intacta
Mientras la dictadura cubana se centra en perseguir a los menos responsables de la grave crisis, los habitantes de la isla sufren cada día más las malas políticas aplicadas por la cúpula comunista desde hace más de 60 años.
Cotidianamente, el pueblo debe llevar a cabo una lucha para sobrevivir en un país que se encuentra en unas condiciones precarias inimaginables, una pesadilla que cada vez se hace más grande.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
