Una madre cubana ha enviado una carta a un medio castrista, para quejarse de los abusos de sus vecinos, quienes ponen música a altos niveles que incomodan a su hijo de 14 años, quien está ciego y postrado en una cama.
La mujer identificada como Anabel Sanabria Pérez residente en Tamarindo, Florencia, Ciego de Ávila, recurrió al medio de propaganda del régimen, ya que no sabe a quien acudir, luego de haber hecho varios llamados denunciando ante las autoridades, que no hacen nada por resolver su situación.
El niño está postrado y ciego, y no puede dormir por los altos niveles de ruido que causan sus vecinos, a quienes les ha rogado en varias oportunidades que regulen el volumen de la música, para que el niño esté estable y pueda descansar.
Los llamados a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), han servido para empeorar la relación entre Sanabria Pérez y sus vecinos, ya que las autoridades han sido incapaces de emitir una orden que beneficie a la mujer y a su hijo enfermo y como respuesta, les han “demostrado su repudio con más horas musicales”.
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El descaro de los propietarios de la casa de donde sale el masivo ruido, le han pedido a esta madre cubana que se mude, ya que alegan tener el derecho de escuchar la música a la hora y al nivel que a ellos se le de la gana.
Si dependiera de la acción policial, la mujer tendría que mudarse con su hijo a otro lado, ya que en varias oportunidades ha “pedido ayuda a la PNR, ha conversado con el jefe de la Policía y la Fiscal del municipio, mostrando un resumen de historia clínica del hijo, que muestra que ese tipo de niños (PCI, ciego, con alto riesgo de morbilidad y cuadriplejia espástica)” y que requiere de un ambiente tranquilo; sin embargo, los funcionarios no hacen nada.
La madre cubana dice que no cuenta con los recurso para cambiar de domicilio; mucho menos un hogar donde pueda garantizarle al niño las condiciones para otorgarle un ambiente sano a su hijo, ya que incluso las temperatura le afectan.
“Anabel está desalentada, al constatar que en la práctica su niño no tiene protección de esos excesos; ‘y de ver cómo el vecino tiene más derecho que uno de vivir feliz y saludable'”,
reconoce el medio, que además menciona el nivel de impunidad ante las injusticias en contra del niño ciego y postrado.
Redacción de Cubanos por el Mundo