El periodista independiente y activista Héctor Luis Valdés Cocho, denunció que fue victima de una brutal golpiza propinada por esbirros castristas, al punto que le costó conciliar el sueño del dolor. A través de su cuenta en Facebook este joven informó que estuvo detenido por poco más de dos horas en una estación policial de La Habana, donde fue agredido brutalmente por su activismo político y tendencia sexual.
El activista informa que estuvo en la estación de Zanja en La Habana. “No he podido dormir del dolor”, expresando además que tuvo que recurrir a analgésicos para poder sobrellevar la dolencia. Recuerda que mientras era golpeado, los supuesto policías le indicaban que lo hacían por considerarlo “maricón y chismoso”. “Tal parece que ellos sabían, fue como si alguien les dijera que yo tenía un fuerte dolor en la columna y por ahí fue donde más se ensañaron ellos en darme los golpes”, señaló.
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Con pesar, se le vienen a la mente las imágenes de aquella cruel golpiza, indicando que fue empujado, golpeado y gritado, como intentando además dañarle su sistema auditivo. “Lloré, sí, lloré mucho, el dolor me mataba, pero sabía que tenía que resistir como fiera a cada golpe que me daban. Los miraba fijamente, como si quisiera que sus rostros se quedaran grabados en mi memoria, que así fue. Me repetían esa frase, que aunque muera de 200 años, jamás la olvidaré”, afirmó.
La detención del periodista independiente en La Habana
Valdés relató que todo inició cuando fue detenido frente al Capitolio de La Habana. Él estaba dispuesto a ir a la Unidad de Policía de Cuba y Chacón para recabar información sobre el traslado del activista Denis Solís a la prisión de Valle Grande.
“Me trasladan en la patrulla 623. Cuando llego a la unidad de Zanja, fue cuando comenzaron los golpes, los empujones y el maltrato tanto físico como verbal. Me detuvieron ahí un aproximado de dos horas no había un agente de la Seguridad del Estado, solo estaban los policías que me golpearon”, contó.
Tras la brutal golpiza, fue liberado en la Avenida Ayestarán a pocas cuadras de su casa, pero el reloj marcaba las 10:30 de la noche, es decir era tarde. Pero tras caminar con los dolores en su cuerpo, este activista y periodista independiente cubano afirma que la golpiza solo funcionó para hacer más fuertes sus ideales y deseos de una Cuba libre de comunismo, asegurando que no se callará “ante un sistema político inservible, que miente y oculta la realidad ante un pueblo que cada día se sumerge más en la miseria y la desesperación”.
Calificó que el trato que recibió de los esbirros cubanos fue más desde la homofobia que por llevar a cabo el periodismo independiente.
“No , no soy chismoso , solo soy ese pájaro que tiene los inmensos testículos que le faltan a ustedes para alzar mi voz y jamás callarme . Soy ese maricón que en cinco meses no han podido controlar jjajaja . Que pena , jamás lo lograrán”, dice en su publicación de Facebook.
Redacción Cubanos por el Mundo
