Luego de detectarse un caso positivo de coronavirus procedente de Estados Unidos, autoridades castristas decretaron cuarentena restringida en el reparto de San Juan el Cristo en Bayamo, capital de la provincia de Granma.
Este contagio se presenta a más 200 días después de que la localidad anunciara su último caso, tiempo que se mantuvo “limpia” de coronavirus. “El caso confirmado es un viajero procedente de los Estados Unidos de 47 años”, señaló una portavoz del régimen cubano.
En consecuencia, un total de 26 viviendas en Bayamo fueron puestas en cuarentena obligatoria y, según lo informado por los medios de comunicación castristas, se les ayudará supuestamente con “agua, alimento y servicios médicos”; sin embargo, una cosa es lo que dice la prensa oficialista y otra la que se aprecia en las calles.
Ciro Estrada, director provincial de Salud Pública, indicó que este caso se conoció luego de que al hombre se le realizara la prueba PCR en el aeropuerto la entidad, acotando que es de carácter asintomático.
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De igual forma, fue detectado un grupo de personas que viajaban con el paciente en el avión rumbo a Cuba, entre los que destacan familiares, amigos, y otros ciudadanos.
En tal sentido, se conoció que un total de 74 personas fueron puestos en aislamiento una vez se conoció esta nueva infección.
Por su parte Federico Hernández, Primer Secretario de partido en Granma, aseveró que las medidas de bioseguridad en la zona serán aplicadas de forma más rigurosa, como el uso del nasobuco y el distanciamiento social. También, y como ya es costumbre por parte de los miembros de la dictadura, aprovechó para culpar a los cubanos sobre este hecho, alegando que “todo depende de la consciencia” de los ciudadanos.
Es pertinente recordar que este tipo de situaciones se han venido presentando en Cuba luego de que la cúpula comunista decidiera abrir todas las terminales aéreas del país.
La tiranía, haciendo gala de la crueldad que la caracteriza, prefiere darle prioridad a las divisas que vienen con los viajeros, que a la salud de los cubanos, quienes deben pagar los platos rotos de las malas políticas aplicadas.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
