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Exilio cubano teme que Biden se muestre “blando” frente al régimen castrista

La política “blanda” de Joe Biden puede chocar de frente con la línea dura que ha mantenido el presidente Donald Trump en estos últimos cuatro años. El republicano optó por poner “mano fuerte” frente a los atropellos cometidos por el castrochavismo en Cuba y Venezuela, en vez de hacer “malos tratos” con los dictadores, como los calificó el mandatario al principio de su presidencia.

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Joe Biden / Foto; Wikimedia

El exilio cubano en Estados Unidos mira con recelo el nombramiento que Joe Biden realizó para llevar las carteras de política exterior y Seguridad Nacional, ya que ambas personas tienen un historial de “condescendencia” con los regímenes autoritarios en el hemisferio, especialmente con el de Cuba. Un artículo del diario español ABC, recuerda que en los últimos años de su presidencia, Barack Obama “oxigenó” al castrismo al relajar algunas medidas restrictivas, lo que sirvió para apuntalar la presencia cubana en Venezuela.

Ahora Joe Biden, quien durante su campaña prometió darle marcha atrás a algunas de las políticas del presidente Donald Trump, amenaza con desbaratar todo el trabajo que durante estos últimos cuatro años representantes del exilio cubano y la actual administración, llevaron a cabo para acorralar al régimen castrista y por supuesto a Nicolás Maduro.

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Hasta ahora, el demócrata propuso a Antony Blinken como secretario de Estado y Jake Sullivan como consejero de Seguridad Nacional. ABC afirma que estas personas tienen un perfil técnico y no político, por lo que sus decisiones podrían basarse en el beneficio más que en las repercusiones a nivel político. “Ambos fueron ya asesores de Biden o de Barack Obama durante los meses en que este diseñó la política aperturista hacia Cuba y el levantamiento parcial del embargo”.

Sullivan fue el mismo que en una conferencia en el instituto Hudson en 2019, afirmó que una intervención militar por parte de EEUU en Cuba o Venezuela no llegaría a ningún lado. “Una solución militar impulsada por EE.UU. es un riesgo demasiado grande y, por lo tanto, deberíamos centrarnos en herramientas no militares. Eso significa duplicar sanciones y enfocarse en separar a China, Cuba y Rusia de Venezuela a través de cualquier medio a nuestra disposición”.

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Blinken por otro lado, que se perfile como el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense, respondió de forma muy evasiva en 2014 cuando se le preguntó sobre Cuba, ya que estaba siendo considerado como subsecretario de Estado con Obama.

“Cualquier cosa que se pueda hacer en Cuba tendría que ser compatible con la ley. Y, segundo, cualquier cosa que en el futuro se haga en Cuba se deberá consultar con el Senado” dijo entonces Blinken. Un día después de aprobar su nombramiento por el Senado, Obama anunció la apertura de la embajada en La Habana, eso sin consultar a nadie, como lo había prometido Blinken.

Trump contra las dictaduras

La política “blanda” de Joe Biden puede chocar de frente con la línea dura que ha mantenido el presidente Donald Trump en estos últimos cuatro años. El republicano optó por poner “mano fuerte” frente a los atropellos cometidos por el castrochavismo en Cuba y Venezuela, en vez de hacer “malos tratos” con los dictadores, como los calificó el mandatario al principio de su presidencia.

“El presidente Trump ha defendido al pueblo de Cuba, Venezuela y Nicaragua contra los regímenes socialistas y corruptos. La dictadura de Castro, por ejemplo, ya no será financiada con dólares estadounidenses como lo fue bajo el presidente Obama”, detalló en ese momento la Casa Blanca.

Esto le valió al mandatario el firme apoyo de la comunidad cubana y venezolana, apoyo que se evidenció en las elecciones presidenciales de EEUU 2020, donde Trump ganó Florida de forma indiscutible. Según la encuesta a pie de urna de la NBC, un 55% de los cubanos de la Florida votó por el presidente.

Lo que hizo Trump contra el régimen de Cuba no tiene precedentes. No le daba oportunidad al castrismo de “recuperarse” de las sanciones cuando ya aprobaba la siguiente, lo que llevó a la dictadura al borde del desespero. Eso aunado a que la misma presión era colocada sobre Venezuela, principal aliado del castrismo.

“Hasta Trump, ningún presidente, demócrata o republicano, dejó que entrara en vigor una provisión según la cual las empresas extranjeras que hagan negocios en Cuba pueden ser llevadas a juicio en EE.UU. por usufructo con propiedad robada”, en referencia al Título III de la Ley Hemls Burton.

Pero ahora la alarma entre el exilio cubano es el “continuismo” que Joe Biden podría darle a las malas políticas que Obama aplicó a favor a la dictadura cubana. Continuismo que podría ser aprovecho por el castrismo para seguir financiado su modelo comunista y exportarlo por toda América Latina hasta poder lograr su objeto, la imposición de la miseria y el hambre en todo el hemisferio, incluyendo Estados Unidos.

Redacción Cubanos por el Mundo

Written by John Márquez

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