La dictadura castrista liberó al periodista y activista cubano Carlos Manuel Álvarez, quien desde el martes acompaña a los huelguistas del Movimiento San Isidro en su manifestación pacífica.
El periodista residenciado en México fue uno de los que resultó arrestado durante el violento desalojo que ejecutó la dictadura en la sede de la organización en La Habana Vieja la noche de este jueves.
Carlos Manuel Álvarez informó a través de su cuenta en Facebook que, ya estaba libre y reiteró su compromiso con la lucha que ha emprendido el grupo de activistas exigiendo la liberación del rapero cubano Denis Solís.
“Estoy puesto, hoy estoy más puesto que nunca. Entre el momento en que rompieron la puerta de Damas 955 a patadas y entraron como una manada díscola, y el momento en que me bajaron del camión-celda y me despedí con abrazos de los que todavía quedaban dentro, se selló finalmente la hermandad de un lapso excepcional”.
Escribió.
En el post, el activista colgó una foto movida que “tomó su móvil” en el momento que era agredido por los agentes de la Seguridad del Estado para llevárselo detenido junto a sus compañeros.
“Había santeros, cristianos, musulmanes, budistas, adolescentes, yo. Nos estábamos riendo detrás de la reja, y le decíamos al policía que el reo era él. Denis Solís sigue preso, no puede quedarse solo. Mi enojo seco me acompaña y lo voy a contar”.
Agregó en su relato.
Llegada de Carlos Manuel Álvarez a San Isidro
Es importante mencionar que, el escritor cubano llegó a Cuba en un vuelo que salió de Miami y se trasladó directamente desde el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, hasta la calle Damas 955.
En ese sentido, la entrada clandestina de Carlos Manuel Álvarez a la sede del Proyecto San Isidro fue lo que al parecer desencadenó las acciones represivas de la dictadura en contra de los huelguistas, pues cuando rodearon este jueves la sede de la organización en La Habana Vieja, en primera instancia lo hicieron bajo la excusa de que, de Álvarez tiene coronavirus, por lo que los comunistas pedían el ingreso de un presunto equipo de médicos para hacerle pruebas a todos los huelguistas.
Ante la resistencia de los activistas de permitir ser atendidos por los esbirros castristas, el régimen aplicó la fuerza para desalojarlos del lugar.
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Redacción Cubanos por el Mundo