Andrés Domínguez Beltrán es el nombre de este anciano cubano que vende coquitos para no morirse de hambre en la Cuba “revolucionaria” de los castros.
El hombre de casi 80 años de edad, que reside en el municipio Mariano en La Habana, pela alrededor de 80 o 90 cocos, lo cual le alcanza para trabajar unos 5 o 6 días.
Este anciano cubano, vende cada vez que produce el dulce entre 80 o 90 “coquitos” lo que le deja una ganancia neta después de su inversión de 50 0 60 pesos.
Andrés Domínguez, aseguró que debido a su edad, no puede realizar las largas colas que se hacen en Cuba para comprar algún tipo de alimento regulado, por lo cual los tiene que conseguir a “sangre y fuego”.
Este humilde anciano, aseveró que sus fuerzas “ya no dan para más”, asimismo indicó que padeció Linfangitis y además padece actualmente Sacrolumbagia, lo cual dificulta su día con día.
“Ya estoy para terapia como se dice vulgarmente, pero tengo que seguir haciendo el esfuerzo porque no me puedo morir de hambre”.
Andrés Domínguez Beltrán, opinó sobre el padecimiento de todos los cubanos en la Cuba “revolucionaria”, a lo cual aseveró que, la palabra “revolución” está totalmente mal empleada.
Anciano cubano: “Aquí llevamos 65 años y el cambió ha sido para peor
Para este anciano cubano, la “revolución” no es un régimen o un sistema de gobierno, sino todo aquello que genere cambio y en Cuba el régimen dictatorial de los Castro llevan más de 60 años empeorando todo.
“La revolución en todo lo que genera cambió y entonces aquí llevamos 65 años y el cambió ha sido para peor no para mejor, no ha sido para el bien de nadie”.
Para el señor Andrés lamentablemente la juventud cubana en la isla no tiene ningún futuro “Yo porque estoy más viejo y estoy resignado”.
El anciano cubano, explicó que en Cuba hay que estar participando en la política para obtener algún “beneficio” y aquel que no lo haga queda sobrando.
“Yo lo que me he dedicado es a trabajar y como me he dedicado a trabajar pues entonces siempre he estado sobrando donde quiera que he estado”.
Por último, este humilde hombre aseguró que por su edad y las pésimas condiciones en Cuba no tiene ninguna aspiración y esperanza “ni de ver una mejoría ni de ver un cambió” y mucho menos cree que pueda sobrevivir en sus condiciones por mucho tiempo.
“Así que lo que me queda es esperar tranquilamente hasta que me sorprenda la muerte y comiendo de lo que me den los coquitos”.
Casos como el de este anciano cubano son los logros de la “revolución”, la cual lo único que le ha traído a la isla es hambre, miseria y pobreza, además de una profunda pena a quienes la padecen.
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Redacción de Cubanos por el Mundo.
