La manipulación en la televisión cubana contra el Movimiento San Isidro no cesa. En un nuevo capítulo de “el castrismo tiene miedo”, vemos como el aparato de propaganda coloca a un anciano cubano para rechazar las manifestaciones que se han llevado a cabo en Cuba en apoyo a los artistas cubanos, tildando a estas personas de “cándidas” y lamentando que sean “jóvenes” quienes rechacen el sistema totalitario cubano.
El anciano, quien no es identificado, detalla que debido a “las redes”, es que se producen este tipo de eventos, alegando que han estado tratando de mostrarle a la población “la forma en que operan ”, trabajo que al parecer no está funcionando, ya que el mensaje de libertad y lucha sigue llegando a cada rincón de Cuba.
“No entiendo como todavía haya personas tan cándidas que caigan en todas esas redes de mentiras que se van creando”. Ciertamente el señor tiene algo de razón, porque aquellos que vemos lo que verdaderamente ocurre en Cuba, no entendemos como personas como este anciano, sigue pensando que todos los cubanos creen en las mentiras que dice el castrismo en la TV cubana.
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Otra de las cosas que hace sacar una sonrisa con solo escuchar, y no porque sea gracioso, sino porque el descaro es tan evidente que ni siquiera se empeña en ocultarlo, es que el vejete revolucionario lamenta que estos jóvenes del Movimiento San Isidro, estén en contra el comunismo “cuando lo han tenido todo de esta revolución”. Este señor aparentemente ignora los miles de cubanos que cada año huyen de Cuba por la falta de oportunidades que les roba esa revolución que tanto defiende.
“Estas personas han tenido acceso a todos los lugares que se le ofrecen” asegura el anciano, catalogando además de “conducta cínica” las agresiones a los policías, nuevamente ignorando los ataques constantes de los agentes represivos contra el pueblo cubano. “Las palabras ofensivas que se emiten contra la policía” ¿Qué pensará entonces este señor de la ilustre Mariela Castro Espín? De cuya boca solo salen ofensas contra quienes piensan diferentes, tildando de “moco pegao” a un periodista o “garrapatillas” a los exiliados.
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“Yo dudo mucho que una posición como esa, de ese joven en Estados Unidos, hubiera sido bien recibida por la policía. Ese muchacho hubiese terminado en otro país acribillado a balazos o aplastado a golpes”. Pero no lo culpemos o señalemos, este anciano es un producto, si un producto del adoctrinamiento y de décadas de estar sentado frente a un televisor consumiendo y repitiendo todo lo que el castrismo dice y hace.
A diferencia de jóvenes que integran el Movimiento San Isidro y otras tantas organizaciones que nacen en la Cuba comunista que abogan por la libertad y la democracia, este anciano simplemente no entiende que es la libertad, porque nunca la ha vivido, no entiende lo que es la democracia, porque nunca ha estado en una, mucho menos va a entender lo que es querer un país mejor.
Redacción Cubanos por el Mundo
