La defensa de lo indefendible es la petición del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana en el último mes del 2020, un año convulso y complejo que desnudó no pocas veces las ambigüedades del sistema cubano pero además incrementó las manifestaciones, más organizadas, de legítimo reclamo popular.
Durante la reunión del Consejo de Defensa en La Habana de este 8 de diciembre, su presidente, Luis Antonio Torres Iríbar, aseguraba que eran tiempos de “defender la revolución a capa y espada”, a propósito de admitir ser el “Gobierno y el Partido en el poder”, aún cuando el régimen cubano no admite otro diferente al Partido Comunista de Cuba (PCC), vencido y deslegitimado, reporta Tribuna.
Continuando con la línea oficial que califica cualquier acto de rebelión popular, acciones contestatarias o búsqueda de libertad como un intento de “mercenarismo de Estados Unidos”, abordaron realidades que incluso para la prensa oficial ya son prácticamente imposibles de esconder, como las carencias que a nivel de alimentación y abastecimiento se registran en esta, la capital del país; todo además en el marco de la pandemia por coronavirus con pésimos indicadores en municipios como Diez de Octubre, Cotorro, Plaza de la Revolución y Arroyo Naranjo, donde han sido permanentes las denuncias por violaciones de protocolos de bioseguridad, falta de análisis y la tardía entrega de resultados de PCR.
Aún en la precariedad, Torres Iríbar augura que este 10 de diciembre, cuando se celebra el Día de los Derechos Humanos, Cuba pueda celebrarse como el país “que más derechos ha conquistado para su pueblo”. De esta y otras mentiras vencidas, la línea del discurso oficial continúa cada vez más carente de ideas y propuestas realizables.
Actos de repudio en Cuba: la “capa y espada” vencida de la revolución
Ha sido la aglomeración de trabajadores del Estado a las afueras de casas de opositores o reunidos en plazas de diferentes provincias, la forma en la que el régimen cubano ha respondido a las contundentes manifestaciones recientes exigiendo el cese de la represión y violencia contra la oposición en Cuba.
Esta idea, incluso es rechazada por familiares de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), como fuese el caso de la madre de Johana Tablada, Carolina de la Torre, y por otros seguidores del régimen cubano, quienes lamentan que esta sea la forma con la que se ataque a quienes piensan diferente. Pero al final de cuentas, recordemos que piensan – aún cuando los superarían en números si hubiese libertad – que todo se resuelve a “machete”.
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Redacción Cubanos por el Mundo