El subsecretario de Estado norteamericano, Michael G. Kozak, condenó los actos de repudio contra activistas, periodistas y artistas que fomenta el régimen cubano en la ciudadanía. El funcionario estadounidense definió la práctica como “una triste farsa de estado policial”.
Los rebautizados por el régimen como “actos de reafirmación revolucionaria”, contra opositores y periodistas independientes, solo han generado división entre quienes aún residen en la Isla: los que apoyan al castrismo y los que se oponen.
"Actos de Repudio": una herramienta diseñada por Castro que enfrenta a los vecinos entre sí. Las turbas patrocinadas por el régimen denuncian, acosan y arruinan el sustento de aquellos que hablan o piensan diferente. Una triste farsa de estado policial. https://t.co/CeNsoZQIk0
— Embajada de los Estados Unidos en Cuba (@USEmbCuba) December 11, 2020
Para Kozak, los actos de repudio no son más que “una herramienta diseñada por Castro” cuyo principal objetivo ha sido enfrentar “a los vecinos entre sí”.
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A través de un tuit, el subsecretario Kozak habla de “las turbas patrocinadas por el régimen” que, explica, “denuncian, acosan y arruinan el sustento de aquellos que piensan diferente”. La declaración fue compartida y traducida por la Embajada de Estados Unidos en Twitter, otro ente diplomático atacado por el gobierno castrocubano.
Régimen acrecienta actos de repudio contra activistas
En solo ocho días se han registrado cuatro actos de repudio, precisamente contra activistas del Movimiento San Isidro. Entre ellos la periodista Iliana Hernández, Esteban Rodríguez y Osmani Pardo, así como al periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho, quien no se vincula a ninguna ONG.
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Imágenes de los recientes mítines de repudio en la isla muestran a decenas de personas gritando consignas frente a las viviendas de los activistas, con música alegórica y consignas comunistas contra quienes solo exigen el derecho a pensar distinto.
La turba es organizada y apoyada con recursos proporcionados por el régimen, tales como camionetas dotadas de equipos de megafonía. Además, cuentan con respaldo policial para evitar que sean expulsados por familiares de las víctimas de los actos de repudio.
Redacción Cubanos por el Mundo