Dos hermanas cubanas, una de ellas con 38 años de edad y dos hijos pequeños han encontrado el “negocio” de sus vidas, revendiendo productos de aseo personal a los cubanos que están dispuestos a pagar un alto precio por estos sin hacer ningún tipo de esfuerzo.
Una de estas mujeres que por motivos de seguridad prefirieron ocultar sus nombres, explicó que viajaba varias veces al mes desde Cuba a Panamá junto con su hermana a traer productos de aseo e higiene personal, los cuales posteriormente serían vendidos en La Habana.
Ambas mujeres explicaron al portal web 14ymedio que, su negocio se vio quebrado justo cuando empezó la pandemia del COVID-19 y el régimen cubano decidió cancelar los vuelos.
Aunque afirman que sintieron un poco de miedo, pues ser revendedoras era su sustento diario, una de las hermanas encontró un haz bajo la manga, pues en uno de sus últimos viajes a Panamá decidió abrir una cuenta bancaria en dicho país y desde entonces cuenta con una tarjeta visa en USD.
Esta cubana precisó que, durante la pandemia siguieron vendiendo los productos que tenían acaparados y también implementaron la venta de pollos y otros alimentos que algunos cubanos están dispuestos a pagar en un precio elevado por el simple hecho de no realizar una cola de 5 horas.
La salvación de estas cubanas llegó con las tiendas en MLC
Para estas hermanas cubanas, la salvación llegó justo con el anuncio del puesto a dedo Miguel Díaz-Canel sobre la venta en Moneda Libremente Convertible en las tiendas MLC de Cuba, de alimentos y productos de higiene personal en moneda extranjera, desde allí ambas vieron prosperar su “negocio”.
“Nada más que terminó de hablar, apagué el televisor y comencé a llamar a mis contactos para decirles que me podían hacer encargos que yo tenía una tarjeta en dólares para comprar en esos lugares”.
Según estas antillanas, su red de clientes se ha ido incrementando y juntas buscan la manera de no levantar sospechas y poder comprar la mayor cantidad de productos.
“Vamos cada semana a dos tiendas diferentes y así rotamos para no ir solo a una, no vaya a ser que algún empleado nos denuncie y nos acusen de revendedoras”.
Las mujeres afirman que, el negocio de comprar y revender productos les ha funcionado, pues según ellas ahora ganan mucho más dinero que cuando eran mulas y viajaban a Panamá.
Hay que resaltar que, pese a que la mayoría de ciudadanos en la isla piden a gritos el cierre de las tiendas en MLC, mujeres como estas hermanas han encontrado una forma de solventar sus gastos.
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Redacción de Cubanos por el Mundo.
