El violinista cubano residente en Argentina, Luis Alberto Mariño, pronosticó que, el régimen de la isla no le permitirá regresar a su país, luego de plantarse frente a la embajada castrista en Buenos Aires en apoyo al Movimiento San Isidro y en exigencia a la liberación de Denis Solís.
El músico cubano aseguró que, el MSI merece todo el respaldo de la sociedad cubana ya que, consideró que, los activistas “avivaron el espíritu de los cubanos en la emigración”.
Durante una entrevista ofrecida al portal CubaNet, el violinista cubano definió lo que se vive actualmente en Cuba como el “despertar de la sociedad civil independiente en el extranjero”.
“Este año se expandió el escenario de solidaridad para la sociedad civil independiente de los cubanos que están dentro y fuera del país”.
Consideró el músico.
El violinista cubano en el exilio destacó el trabajo realizado por el Movimiento San Isidro dando principal énfasis a la figura de Luis Manuel Otero Alcántara, quien a su juicio, fue en quien se enfocó la solidaridad recibida desde el extranjero por la organización.
“Creo que esta solidaridad se enfocó alrededor de la causa que el Gobierno intentó fabricarle a Luis Manuel Otero en el mes de marzo. Después del fracaso del régimen contra Luis Manuel se creó una estructura diversa que une a la sociedad civil y nos mantiene conectados. Estos acontecimientos alimentaron el compromiso de los cubanos que están dispersados por el mundo”.
Agregó.
Cuando comenzaron las protestas en contra del régimen castrista impulsadas por el Movimiento San Isidro en exigencia a la liberación de Denis Solís, el violinista cubano acaparó las miradas en tierras gauchas al plantarse pacíficamente frente a la embajada castrista en Argentina y hacer arte a favor de la sociedad civil cubana dentro de la isla.
No obstante, tiene claro las retaliaciones que toma el régimen en contra de quienes hacen este tipo de acciones, ya que antes de salir de la isla ya había pertenecido a otros proyectos de la sociedad civil y ya la Seguridad del Estado lo mantenía chequeado.
“Antes de irme de Cuba estaba vinculado a proyectos de la sociedad civil. Cada vez que viajaba, cuando regresaba al país me separaban de la fila en el aeropuerto, me mantenían horas esperando y después, los machitos de la Seguridad del Estado ordenaban un chequeo minucioso; esa es la realidad de muchos”.
“No he intentado regresar a Cuba, pero lo más probable es que no me dejen entrar a mi país”.
Aseveró.
Redacción Cubanos por el Mundo
