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Juvenal Balán: El guatacón mercenario y deshonesto pegador de tarros

Este individuo se las da de honesto, fiel, de hombre con principios. No hay en toda la prensa cubana alguien más adulón, servil y chivato que él.

Juvenal Balán
No hay peor adulador y chivatón en la prensa cubana que Juvenal Balán.

Nadie es más guatacón en la prensa en Cuba que Juvenal Balán. De hecho, puede que no exista en Cuba un tipo más baboso y guatacón que Juvenal Balán.

A mi sinceramente me maravilla como puede existir gente que habla de “honestidad”, “decoro”, “moral” y “principios” y arremete contra los periodistas independientes, guiándose solo por el cuento que les hace en la TV el Otto Meruelo del momento, Humberto López. De uno de esos pejes, reconocido como el plus ultra de la guataquería en la prensa cubana les hablaré hoy: Juvenal Balán.

Si alguien conoce bien a este peje, fotógrafo actual del diario Granma, soy yo, que lo sufrí por más de veinte años y que lo conozco desde que vivía junto a su esposa actual y su hija, en un apartamento que más bien parecía una caja de fósforos, de lo estrecho y pequeño que era, frente al Mercado de Cuatro Caminos.

De esa época, que coincidió y se extendió en el tiempo con una relación paralela que sostuvo con la periodista de Bohemia, Vladia Rubio, conozco yo a este hombre. Si alguien sabe de algo más deshonesto, indecoroso, inmoral y falto de principios que pegarle los cuernos a tu esposa y madre de tus hijas que me lo diga.

Pues bien, este es el tipo de persona que es Juvenal Balán.

Su cara de cumpleaños, al ver al Coma Andante en Jefe lo dice todo. Más baboso y guataca hay que mandarlo a hacer.

De algo sí que no puede acusársele y es de no ser hábil. Por ser chivatón y guataca, adulón y rastrero, fue que lo premiaron con un apartamento en el edificio de Fama y Aplausos. Un apartamento con muy buenas condiciones, donde no falta el agua, con parqueo, custodio. Un apartamento que según mis cálculos de realtor o buquenque, vale ahora mismo $100 mil dólares.

¿Cómo llegó ahí? Pues les explico. ¡Colándose por aquí y por allá! Chivateando a fulano y a mengano. Sembrando cizaña entre sus colegas y sobre todo, guataconeando a sus jefes.

Nadie es más guatacón en la prensa en Cuba que Juvenal Balán. De hecho, puede que no exista en Cuba un tipo más baboso y guatacón que Juvenal Balán. Balán es tan guatacón que, en todos los viajes que ha dado como fotógrafo al extranjero, jamás le faltó un regalo a su jefe de turno.

Juvenal Balán al centro. Detrás de él Humberto López, delante Marcelino Vázquez Hernández.

En su palmarés cuelgan regalos, varios, a Frank Agüero, director del Granma y del Bastión, de donde vino al Yate Balán. También le hizo varios regalos cada vez que venía del extranjero a Pelayo Terry Cuervo; y al indeseable de Lázaro Barredo, que lo puso de Jefe de Información en una ocasión, sin que Balán supiese redactar una línea, también le trajo varios regalos.

Quien menos regalos ha cogido de Balán es Yailín Orta Rivera, la actual directora del Granma, pero ha sido porque bajo su tutela Balán ha viajado menos, aunque no por eso ha dejado de guataconearle. Prueba de ello es que gracias a su lengua, o sea, a la de Juvenal, fue que Yailín se enteró de que Oscar Sánchez Serra andaba murmurando por todo el Granma que quería irse pues los continuos errores y pifias en la redacción del Granma lo tenían abochornado.

Este detalle, los regalitos a sus directores, es comidilla entre sus compañeros de fotografía en el Granma, que jamás han recibido un chicle de Juvenal, un hombre que parece no tener escrúpulos a la hora de arrastrarse y ser sumiso.

Fíjensi si es sumiso, que este hombre dejó que el ex presidente cubano Raúl Castro lo humillara a más no poder, durante un ejercicio militar, si la memoria no me falla, acontecido en una maniobra militar “Treinta Aniversario”, que tuvo lugar en Camagüey. Juvenal estaba recién llegado de Angola, y tanto a él como a los demás colegas de la prensa, periodistas y fotógrafos, los vistieron de azul para identificarlos de los demás y Raúl Castro le puso el ojo encima. Lo comenzó a llamar “Marionetica Azul” o “Marioneta Gordita” delante de todos; lo citaba a cada rato… “A ver, Marionetica Azul, ven acá” le dijo una de esas veces, y Juvenal, cada una de esas veces, le respondió al entonces apenas Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros y Jefe de las FAR, con una sonrisa. No una sonrisa de esas “dibujadas”, no; con sonrisas de dientes para afuera.

Bajo esta mirada aparentemente tristona y ese bigote mal cuidado, se esconde uno de los personajes más nefastos dentro de la prensa cubana. Adulador como ninguno, chivatón como el primero. Nadie ha hecho más daño, entre sus compañeros, por los medios que ha pasado, que este Juvenal Balán.

Por supuesto, tanta chicharronería tenía que premiarse con “títulos”. Juvenal Balán es miembro del comité nacional de la Unión de Periodistas de Cuba, UPEC. Por sus invaluables colaboraciones con la lengua fue uno de los primeros en recibir computadora. A eso súmele el apartamento de Fama y Aplausos, que tiene, por tener, Guardia de Seguridad y Ascensoristas; además de que jamás se va la luz.

No por gusto entonces defiende el sistema que tan bien lo ha alimentado y premiado. Es por ello que a menudo lo vemos “combativo” en las redes sociales. Es por ello que quienes lo conocen pronto hasta terminan temiéndole.

Porque el poder de la lengua de este feroz crítico de los medios independientes, de los periodistas independientes y de las plataformas de noticias libres como Cubanos por el Mundo, es capaz de hacer mucho daño.

Y si no, pregúntenle a Oscar Sánchez Serra, Subdirector del diario Granma, que erróneramente creyó que Juvenal era su amigo y terminó en la oficina de Yailín Orta, acusado de sembrar discordias en la redacción del principal órgano de prensa del país y libelo del Partido Comunista de Cuba.

Redacción Cubanos por el Mundo

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Written by Sergio Prado

Sergio Prado es Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Nació en el año 1966 y ejerció importantes funciones dentro del periodismo en Cuba hasta que se marchó del país en el año 2004. Completó en España y México varios doctorados y maestrías.

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