Castrismo insiste en teoría de ir haciendo ajustes sobre la marcha

Como vaya viniendo, van viendo. Ese es la fórmula “exitosa” del castrismo, luego de décadas de acumulados fracasos en términos económicos, al menos a efectos de políticas públicas, pues en relación a la dinámica de lucro particular de jerarcas, si han sabido hacerle.

Luego de varios inconvenientes e insatisfacciones en la población producto del “reordenamiento”, la ministra de Comercio Interior del régimen cubano, Betsy Díaz Velásquez, aseguró que están en “revisión” de los temas sensibles, sin embargo insiste, en que los nuevos precios de la canasta familiar en Cuba, ya pasaron por aprobación de la cúpula del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Los nuevos precios de la canasta familiar fueron “discutidos y aprobados”, aunque a puertas cerradas por el régimen, sin discusión pública ni involucrar a partes afectadas. Sin embargo, no es solo el incremento de precios lo que ha generado malestar, sino que además la mala calidad de los servicios prestados por el Estado, así como las condiciones de los productos ofertados, son la reclamación persistente, según confesó la propia titular Díaz Velásquez, reseñada por la prensa oficial.

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Mientras, siguen abiertas cientos de interrogantes en torno a las distinciones entre la canasta familiar normada y la de bienes y servicios de referencia, la última siendo la de referencia para el salario base y la normada, más cercana a la política de racionamiento implementada por el castrismo desde tiempos de Fidel Castro. Todo el proceso es aún desconocido para parte de la población que continúa familiarizándose con los nuevos costos de los productos.

Desde el pasado 1 de enero entró en vigencia el nuevo esquema de ordenamiento, que implicaba un cambio sustancial en los costos de productos y servicios, anunciados por el régimen cubano el pasado mes de diciembre. Desde los chícharos hasta las croquetas de pescado sufrieron alteraciones en precios.

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Redacción Cubanos por el Mundo