Las máximas autoridades del castrismo en Santiago de Cuba visitaron algunas empresas productoras de alimentos, para constatar el desastre en el que trabajan los representantes de la industria alimenticia de la provincia.
En las industrias productoras, las autoridades se encontraron con realidades que afectan al sector, como la escasez de materia prima para la producción, así como la falta de instrumentos de trabajo para la elaboración de alimentos y el desánimo de los empleados al enfrentarse a esta complicada situación productiva.
La televisión del régimen informó que Lázaro Expósito y Beatriz Johnson, presidente y vicepresidenta del Consejo de Defensa del castrismo en Santiago de Cuba, respectivamente, visitaron fábricas de galletas, dulces y panes y conversaron con los trabajadores sobre la necesidad de ser eficientes en la producción en medio de la crisis económica que vive la isla.
Para los representantes de la dictadura cubana, la mejor solución para los productores seria buscar alternativas, sustituyendo materia prima por productos de baja calidad, ante la problemática que presentan las industrias de alimentos durante el proceso productivo.
Sin embargo, las autoridades no ofrecen las soluciones que el régimen está obligado a brindar, como la entrega de esa materia prima, que es la causa principal de la problemática en la producción cubana.
Como una forma de lavarse las manos ante las irregularidades que se hacen presentes en las empresas, las autoridades solo invitaron a los trabajadores a ofrecer mejor servicio de atención al cliente, y aseguraron que cada administrador y productor de alimentos debe asumir su responsabilidad para garantizar la calidad y el gramaje establecido para los productos, de manera de cubrir la relación precio-calidad.
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En este sentido es importante destacar las denuncias que ha hecho la población sobre la perdida de la calidad del pan en algunas panaderías, así como el peso ha disminuido en este alimento, situación que hasta el momento no ha sido controlada por los organismos pertinentes del régimen.
Los representantes de la dictadura también encontraron que las vitrinas exhibidoras están casi vacías porque no cuentan con una gama de productos para la venta.
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Redacción Cubanos por el Mundo
