El Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, ha sido la principal entrada del coronavirus a Cuba y pese a que las autoridades informaron sobre el retroceso de la capital a la fase de transmisión autóctona, la terminal continuará abierta, recibiendo extranjeros, pero con nuevas medidas de prevención las cuales ya han demostrado no ser efectiva frente a la enfermedad originada en China.
Entre las nuevas medidas informadas por Abel Hidalgo Prieto, coordinador general de control sanitario internacional, está la disminución de vuelos desde y hacia Cuba, además de limitar el movimiento de los turistas extranjeros. El funcionario castrista informó que cada pasajero que llegue a Cuba deberá presentar una declaración sanitaria jurada, se le realizará una prueba PCR, luego pasará a inmigración para luego caer en las garras de los agentes de la Aduana General.
Si bien el castrista detalla que estas medidas vienen “reforzadas”, está demostrado que las anteriores no han servido para controlar el coronavirus que entra por el Aeropuerto Internacional de La Habana y que por el contrario la apertura de las terminales ha sido un elemento importante en el rebrote de la enfermedad en el país.
Hidalgo Prieto indicó que los turistas extranjeros que lleguen a La Habana no podrán trasladarse a otras provincias. En Tribuna de La Habana se publica una extensa lista con las medidas en vigor tras la complicación de la situación epidemiológica en la capital, entre las cuales se suspende el turismo nacional y solo se mantienen los servicios para el cliente extranjero presente en el territorio.
Los hoteles solo podrán operar al 60 por ciento de su capacidad, pero todo dependerá de las características de cada instalación. También se suspende en la nueva fase el funcionamiento de los centros nocturnos de las instalaciones hoteleras (club, cabaret, salas de fiestas, discotecas).
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Redacción Cubanos por el Mundo
