Malú, extrovertida, coqueta y orgullosa de ser cubana. En la ciudad de Sancti Spíritus, en el centro de Cuba, nació en 1963 el pequeño Ricardo Antonio Moreira Andino, quien 12 años más tarde descubriría su verdadera sexualidad.
La mujer transexual más conocida y amada de la provincia no siempre fue feliz. Le tocó sobrellevar una de las etapas más homófobas, transfóbicas y machistas de la Revolución cubana a cargo de Fidel Castro.
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Por intentar hacer uso de sus derechos como ciudadana, con derecho a ser y elegir, Malú –como fue apodada por una de sus compañeras de celda- se enfrentó a varios arrestos solo por sentirse mujer.
Ya de 57 años, pero feliz en todo momento, Malú admitió haber logrado lo que tanto anhelaba: ser la mujer que siempre sintió que era. “Logré lo que yo quería, estar vestida de mujer todo el tiempo”.
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Con tristeza, Malú relató al periódico Escambray que su familia fue la primera en darle la espalda cuando aceptó su verdadera identidad sexual a los 12 años. A partir de allí, el camino se volvió más cuesta arriba para la cubana.
Cuenta, con evidente melancolía, cómo sus seres queridos, incluso sus propios padres, la excluyeron de sus vidas tras la revelación. “No sé por qué, porque la familia hay que aceptarla como venga”, dijo Malú ante las cámaras.
Expresó su orgullo al saber que también es referente para otros transexuales en la isla que han decidido enfrentar sus temores y sincerarse con sus familiares.
“Yo fui quien rompió todo (…) Antes no se podía porque no era permitido, pero hoy en día la gente como yo se viste así”
indicó Malú
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Siendo un ícono en su ciudad natal, se ha ganado el cariño y aprecio de los espiriteños con su carácter vivaz y agradable. “La población me tiene como un símbolo de la ciudad”, confiesa con valor mientras se toma un café en uno de los establecimientos de la ciudad de Sancti Spíritus.
Redacción Cubanos por el Mundo