El ‘Hecho en Cuba’, bajo el castrismo, hace rato se quedó en el olvido en la gran mayoría de productos consumidos por los ciudadanos de la isla, y con mayor razón las exportaciones. No obstante, en medio de las tares del “Ordenamiento” emprendidas desde el pasado 1 de enero, asegura el castrismo estar trabajando inclusive en las exportaciones y “superar la vocación importadora” de la economía nacional.
Según Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político, la devaluación del CUP en relación al dólar podría generar “beneficios” para los productores, estimulando la exportación, puesto que sus ganancias en divisas, considerando la relación 24 CUP x dólar crecerían en esa misma escala, a diferencia de cuando se manejaba la tasa par.
“Esto es un incentivo, aunque sus costos también aumenten», aseguró el funcionario en sus redes sociales, reconociendo sin embargo que esta devaluación no garantizaba en su totalidad el incremento de las exportaciones desde Cuba, pues en cambio, para que la producción cubana pueda insertarse alrededor del mundo tendría que incluir otros aspectos como: “competitividad en cuanto a la calidad, condiciones de entrega, precio de concurrencia para los que no se coticen en mercados internacionales y los servicios posventa que correspondan, entre otros aspectos”, Murillo Jorge.
La empresa estatal retiene el 80% de las divisas provenientes de sus exportaciones de bienes y servicios para financiar importación de materias primas, realizar pagos a productores nacionales con respaldo de liquidez y financiar microinversiones. (GO3 No.1/2021)#SomosCuba pic.twitter.com/4r3r662fUd
— Marino Murillo Jorge (@MarinoMurilloJ) January 27, 2021
Exportaciones y la búsqueda incesante de dólares para el castrismo
La gran interrogante sería para quién sería el “beneficio” de estas exportaciones, cuestionamiento que sin pudor alguno responde Murillo. Sería la empresa estatal la señalada para quedarse con al menos el 80 por ciento de los dólares obtenidos gracias a las exportaciones de bienes y servicios, que en teoría, estarían destinados a pagos de materias primas y pagos a productores nacionales, quienes como consta no estarían percibiendo divisas.
En conclusión, el incentivo de las exportaciones forma parte de otra movida desesperada del castrismo por conseguir divisas, tras la progresiva reducción de sus principales fuentes de financiamiento como lo son las misiones médicas esclavas y el turismo, esta última actividad frenada en medio de la pandemia por coronavirus y de las deficiencias que aún presenta el sistema estatal.
El campesino que debe cancelar insumos en dólares para percibir pagos demorados en moneda nacional, no estará estimulado a formar parte en ningún proceso exportador. Para incentivar las exportaciones, el castrismo tendría que principalmente incrementar la producción nacional pero, tan importante como el aumento, es garantizar las más óptimas condiciones de desarrollo para ofrecer productos de calidad que puedan insertarse en el mercado internacional. Aunque, por el momento, les cueste hasta hornear el pan de cada día.
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Redacción Cubanos por el Mundo