Un experimento en Ciego de Ávila con dos mercados agropecuarios estatales podría significar la puerta para el momento que muchos productores en Cuba quisieran cruzar hacia la eliminación definitiva de la Empresa Provincial de Acopio. Según recoge la prensa oficialista, se corresponde con el otorgamiento de funciones a dos mercados los MAE No. 1 (La Naranja, Morón) y No. 3 (La Malanga, Ciego de Ávila), que han comenzado a operar como pequeñas empresas teniendo la oportunidad de forma directa de hacer contratos con productores.
En definitiva, acortar la cadena de venta y descentralizar el poder, una apuesta que simplificaría procesos además de generar más beneficios económicos para las partes (incluido el comprador final) ha comenzado a traer resultados, según asegura el reportaje en la prensa oficial, en aras de buscar más eficiencia en la gestión. Han tenido que prescindir de una empresa de base que durante años solo se ha traducido en mayores indicadores de corrupción, atrasos, malversación e ineficiencia.
En el denominado experimento, ambos mercados cuentan con un chofer y un medio de transporte para la carga de los productos. Los mercados operan de forma independiente para la búsqueda de la mercancía faltante, encargándose de los contratos, de la compra y el posterior traslado. Esta modalidad ha traído ya resultados que pasan por mayor oferta de productos como yuca, col, calabaza, coco, plátano y hasta huevos de codorniz.
Además de significar una posible mejoría para el consumidor final, lo es también para el productor, al que el régimen cubano le recrimina no producir lo suficiente y luego le deja la mercancía pudriéndose en el campo por no tener un sistema de recogida y distribución eficiente, como ha ocurrido en distintos territorios del país. También es pago directo del mercado al productor, e inclusive si este decide llevarlo por su propia vía hasta el mercado.
El historial de Acopio en Cuba
El Grupo Empresarial de Acopio en Cuba está diseñado para hacer los contratos con los productores, recoger la producción, movilizarla de las empresas agropecuarias para su venta en los puntos de distribución y abastecimiento de alimentos del país. El propósito es que todos los productores, estatales y privados, entreguen sus cosechas a Acopio, que se encargará de distribuirlos como considere y con las capacidades que disponga.
Sin levantar cabeza Acopio en Cuba se ha mantenido durante los últimos años, pasando de un comando a otro pero sin satisfacer propósitos sino todo lo contrario. En el año 2019 pasó ser una Organización Superior de Dirección Empresarial subordinada al Consejo de Ministros, dejando la integración del Grupo Empresarial Agrícola, sin que esto surtiera efecto alguno en la supuesta búsqueda de “equidad” a la hora de distribuir los productos por el territorio cubano.
En junio de 2020, Miguel Díaz-Canel dio avisos de una posible salida progresiva de Acopio. “Hay otras estructuras que tendrán que trabajar en otro sentido para sectores más estratégicos, para la gran capital provincial, para los centros más urbanos”, dijo el mandamás cubano, quien dijo que no tenía que ser la empresa estatal la estructura encargada de todas las gestiones con los productores.
Pero esas intenciones son conocidas entre los cubanos quienes han visto cómo desde 2010 en el marco de las supuestas reformas económicas, el régimen cubano comenzara a trabajar en recomendaciones para la salida del juego de Acopio, sin resultados efectivos, pasando por “transformaciones”, “cambios estructurales”, “fortalecimientos”, eso y otros términos que en nada llega. Que el experimento traiga consigo lo que los productores esperan: no más trabas.
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Redacción Cubanos por el Mundo