Un reciente informe desclasificado al que pudo acceder el diario The Washington Post, sugiere que la pasada administración de Donald Trump tuvo una mala gestión frente al llamado “síndrome de La Habana”, donde varios diplomáticos estadounidenses presentaron lesiones cerebrales que hasta el momento se desconocen sus causas. El rotativo detalla que durante todo el proceso investigativo, se obviaron canales oficiales e incluso procedimientos que estaban preestablecidos y su cumplimiento era obligatorio.
A juicio de The Washington Post, esta mala gestión por parte de la Administración Trump condujo a una investigación “lenta y caótica”, que no arrojó ningún tipo de resultado, pues se desconoce qué pudo haberle ocasionado dichas lesiones a los diplomáticos.
“La administración Trump no reveló los incidentes hasta que aparecieron en informes de noticias muchos meses después”, detalla el rotativo, sugiriendo que esta decisión comprometió, quizás para siempre, el acceso a la información sobre los hechos que ocurrieron en la embajada de EEUU en La Habana a finales de 2016.
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De acuerdo con el documento desclasificado por la organización Archivo de Seguridad Nacional, se evidencian varios “errores” cometidos durante el proceso de investigación que significó una pérdida considerable de información.
“Los especialistas del Departamento de Estado pidieron, de acuerdo con el texto, cautela a la hora de actuar a medida que fueron conociendo la situación de los funcionarios afectados”.
Esta prudencia de la que hablan era para no “alertar” al régimen de Cuba sobre las investigaciones, pero entonces Donald Trump decidió culpar al castrismo y comenzar una serie de acciones, como la retirada del personal diplomático, dejando vacantes puestos que eran necesarios para una investigación en el terreno.
El informe filtrado por The Washington Post sugiere que se debió asignar a un especialista que gestionara la crisis generada por el “Síndrome de La Habana” y mantener al personal diplomático en la embajada de EEUU para de esa manera poder llevar a cabo una investigación extensa y profundo.
“Como resultado, el esfuerzo integral de todo el Gobierno para identificar el mecanismo de las lesiones y los perpetradores, para comprender a las personas potencialmente afectadas, para tratar y rehabilitar a los empleados lesionados. . . nunca emergió “.
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Otro golpe que recibió esta investigación fue la destitución del Secretario de Estado Rex Tillerson, luego de que este entrara en conflicto con Trump. A juicio del informe, muchos datos de la investigación viajaron por canales “no oficiales o habituales” del Departamento de Estado, lo que ocasionó que se perdieran para siempre.
El secretismo de la CIA frente al ‘Síndrome de La Habana’
Dentro del informe sale a relucir la CIA, indicando que el alto secretismo con el que llevó a cabo su propia investigación, no ayudó “en nada” a esclarecer que pudo haberle causado las lesiones cerebrales a los diplomáticos estadounidenses.
Sin embargo para Mike Pompeo, secretario de Estado hasta el final de la administración Trump, indicó que para él, todo el procedimiento se hizo “correctamente”.
Redacción Cubanos por el Mundo
