Un reciente artículo en prensa oficial, firmado por Casandra Almira Maqueira, sugiere que a efectos de economía, los cubanos deben irse acoplando a disminuir cada vez más el consumo de corriente eléctrica, o de lo contrario deberán entregar casi íntegro el “aumento” salarial post ordenamiento en Cuba.
Comienzan las líneas sugiriendo que el “ahorro” en la corriente eléctrica se ha ubicado en los hogares cubanos a especie de “centro de mesa”, y no precisamente de lo que puedan acumular en cuentas bancarias, pues la inflación se ha comido el supuesto incremento de salarios con el alza de alimentos, productos de primera necesidad y servicios como el transporte público, además de la electricidad en Cuba.
“Aunque algunos ya éramos asiduos al ahorro era tiempo de implementar nuevas medidas tras un año marcado por el teletrabajo, un verano muy caluroso y los niños en casa las 24 horas de los siete días de la semana…, eran televisor, luces y ventiladores sin límite que debían de parar”, dice el reportaje que no menciona la desinversión en la industria eléctrica nacional, la dependencia en la importación de combustible y la reducción de los envíos que llegaban regalados desde Venezuela, luego de que el régimen cubano se encargara de destruir la industria petrolera de ese país.
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Cuestiona la dependencia de cocinar haciendo uso de la electricidad, sin hablar de la escasez de gas doméstico ni el costo del mismo, preocupada por la “difícil” situación económica nacional, que luego de sesenta años de erráticas decisiones pretende ser forzada a pagar a los ciudadanos, mientras los ingresos seguirán sin traducirse en bienestar para la población.
“Claves en este proceso… es la responsabilidad tanto individual como colectiva de apegarnos a la campaña por el uso racional de la energía, desplazar el uso de los equipos electrodomésticos fuera del horario pico y encender solo las luces necesarias”, plantea el artículo, en momentos donde también se ordena la permanencia de los ciudadanos en casa para evitar mayor propagación del coronavirus.
Acoplarse a la miseria siempre es el consejo de quienes se acostumbran a estar a merced de limosnas y dádivas porque así el sistema castrocomunista lo impuso.
Redacción Cubanos por el Mundo