Tras el (des) ordenamiento monetario, los precios en Cuba han aumentado en productos y servicios, entre esto el valor de la gastronomía de la isla.
Los cubanos se han quejado también por el alto costo de la gastronomía, pero esto se trata de una retroalimentación, si el estado vende caro los alimentos, el valor final de la gastronomía será costoso.
En este sentido, la gastronomía ha modificado sus precios para intentar ofrecer opciones accesibles para sus clientes, como es el caso de Ciego de Ávila, que según el diario invasor, han corregido sus precios seis veces desde que inició el (des) ordenamiento monetario.
El asesor principal de precios en la dirección provincial de Finanzas y Precios en Ciego de Ávila, Victor Limia de la Rosa, reconoció que desde que comenzó la unificación monetaria solo participó en una de las videoconferencias que se impartieron mientras se preparaba la denominada “Tarea Ordenamiento”, puesto que en esas actividades no quedaban claras las cuentas que debían sacar los empresarios para que los precios le resultaran.
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La situación se complejiza aún más para los empresarios porque los precios mayoristas que definen los minoristas, no fueron fijados a tiempo por las instancias del castrismo, lo que les generó incertidumbre porque les tocaba paralizarse o trabajar en función de un precio que no conocían.
En líneas generales, la gastronomía cubana sufre cambios y perdidas económicas, en primer lugar por no conocer los precios de todos los alimentos, lo que los ha llevado a vender de igual manera, sin tener claro cuál sería el margen de ganancia, y en segundo lugar pierden por recibir ofertas caras del régimen y en función de esos precios deben vender al público, lo que en algunas oportunidades ha sido motivo de quejas para los cubanos por los altos precios.
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Redacción Cubanos por el Mundo
