A raíz de la descarada censura a los escritores cubanos Abel Sierra Madero y Legna Rodríguez Verdecia, acontecida en “La Ventana”, de la Casa de las Américas, una investigación por parte de uno de nuestros colaboradores en La Habana reveló una trama sórdida, más que sórdida, maquiavélica, por parte del ex Ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto.
Prieto se desempeña actualmente como Director del mencionado Centro; un lugar de prestigio para todos los intelectuales de Latinoamérica. Sin embargo, este señor, con su arrogancia, poderío y cercanía a Raúl Castro Ruz, de quien en algún momento fue su mano derecha, intenta convertir “la Casa” en un instrumento cultural más apegado al castrismo, enlodando la relevancia y la historia, de los años en que fue dirigida por el fiel Roberto Fernández Retamar.
La diferencia entre las épocas, y la estatura de ambos es inmensa. Retamar, a pesar de su vocación fidelista, era todo un intelectual. Abel, es un camaján de primera, aunque con buenas dotes intelectuales.
Hoy no hablaremos del destrozo hecho por Abel en la Cultura cubana, sino del que ha causado específicamente en la Casa de las Américas en el poco tiempo que ostenta el poder allí.
Un colaborador de la página nos suministró la información, que ha sido cotejada con al menos tres fuentes dentro de la institución.
Investigando la soberana metedura de pata de disfrazar una carta personal, escrita por él, por Abel Prieto, con relación a los hechos acontecidos en el Ministerio de Cultura y el 27N, y “venderla al mundo” como una carta de la institución (craso error, pues en época de Retamar jamás se hubiese pifiado de esa manera) una fuente de entero crédito reveló que Prieto ha hecho de la Casa de las Américas su finquita personal.
“La Casa nunca se había metido en asuntos nacionales; eso es Abel,” señaló con autoridad nuestro colaborador.
La fuente, íntimo amigo de Luis Morlote, presidente de las Asociación Hermanos Saíz y del Vicepresidente de la Casa de las Américas, Jaime Gómez Triana, reveló como este último, en una conversación privada – entre cuatro – dijo que “Abel permitió la corrupción en la Casa de las Américas y ahora está recogiendo los frutos, porque le deben ese favor.” Cuando uno de los presentes le criticó que él había sido beneficiado, el rubio director de teatro expresó: “Me lo merezco”.
Una de las primeras víctimas de Abel Prieto en la Casa de las Américas fue la veterana Idelisa Escalona, ladrona como ella sola, quien desde hace años se mantenía en el mismo cargo de Administradora, robando queso, jamón, y otros productos alimenticios; embarajando la merienda, para después venderla como si fuera constructora del contingente Blas Roca.
Idelisa, además, estafó durante años decenas de pares de zapatos y ropa, que era entregada como Donación a la Institución
Idelisa era todo un personaje en la Casa de las Américas. A pesar de que robaba más que Alí Babá y su banda, jamás faltó en su boca el chivatazo y la rencilla, además de sus tradicionales chismes de pasillo, con los cuales manejó a no pocos allí. Abel, que conocía muy bien de eso – y más también – apenas cogió confianza en el cargo, la mandó a despachar como bulto en la Terminal de Trenes.
Luego, en una movida que asustó hasta al viejo Fornet, Abel botó de la Casa de las Américas a Maité Hernández Lorenzo, la Directora de Prensa de la Casa.
Dicen las malas lenguas, que casi siempre saben cómo le entró el agua al coco, que fue debido a que Abel supo que Maité tenía pensado viajar a los EE.UU., a una beca, en una Universidad de la Florida. Otros dicen que no, que simplemente Abel movió las fichas para poner gente de su confianza, manipulable y de esos que le deben favores.
Una de las fuentes consultadas dice que la salida de Maité de la Casa, dejó un mal sabor entre aproximadamente el 80% de los trabajadores. Otros, como Jaime Gómez Triana, se alegraron.
La decencia de esta señora fue tal, que a pesar de haber sido expulsada en febrero del 2020, no trascendió su salida hasta septiembre del pasado año, fecha en que nuestro colaborador se puso en contacto con nosotros. La fuente confirma que Maité le ha dicho a todo el mundo “que se fue”, pero la realidad es que Abel Prieto la expulsó.
Maite se encuentra actualmente en plan piyama, en su casa. Desempleada al ciento por ciento.
Tamaña injusticia debió haber provocado alguna reacción en Omar Valiño Cedré, Director de la Biblioteca Nacional “José Martí”. Omar, ex esposo de Maité y padre de sus hijos, debió haber ido a protestarle a Abel, pero nuestro informante asegura que Omar está interesado en ascender a un puesto de mayor jerarquía.
“Está muy metido dentro del sistema y es de la misma zona de Alpidio, Jacomino, José Angel,… ” expresó vía telefónica antes de afirmar categórico:
“Yo veo las cosas desde aquí dentro, y te digo que la harina tiene gorgojo.”
Redacción de Cubanos por el Mundo.
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