Una reunión informal y expedita tuvo lugar en la mañana de hoy (domingo 28 de febrero 2021) en el Comité Central del PCC entre el Ministro del Interior, General de Brigada Lázaro Alberto Álvarez Casas, José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés Menéndez y otros funcionarios del Partido Comunista de Cuba, representados en la cita por Víctor Gaute. El periodista Jorge Legañoa, presente, nos hizo llegar los apuntes de la reunión. En la reunión se encontraban presentes además, el propio Sandro Castro, así como Tony Castro, el preferido de nuestro máximo líder ya fallecido.
Víctor Gaute: Bueno compañeros, estamos aquí reunidos, todos juntos, aunque separados a más de dos metros de distancia y con nasobuco puesto, tal y como nos hubiese orientado el compañero Comandante Fidel Castro hacer, para analizar lo sucedido acá con Sandrito, aquí presente, un niño que vimos crecer, al que vimos corretear por aquí por estos mismos pasillos, jugar a las bolas…
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Machado Ventura: Sí Víctor, eso es algo que no puede olvidarse tan fácilmente. Yo mismo pisé una bola de esas y por poco me parto la crisma.
Sandro Castro: Ay, bendito, Señor. Fue sin querer. Estaba jugando al cuarta y plante.
Machado Ventura: ¡Tu abuelo cogió un empingue! Pero bueno, te perdonamos.
Ramiro Valdés: Coño, Machadito… ¡tú siempre queriendo destacarte! A mí una vez me amarró los cordones de las botas, y cuando me paré y fui a dar el primer paso, me fui de bruces contra el suelo.
Tony Castro: ¡Lo recuerdo! Tremenda patá en el culo que le diste como castigo… a lo Bruce Lee. Bueno, esas son cosas de muchacho.
Machado Ventura: ¡Y bien cara que te salió la patadita esa!
Ministro del Interior: Yo… realmente no tengo nada que opinar. No estaba yo por aquí en esa época. Además, detesto la violencia.
Víctor Gaute: ¡Olvíden eso! Sigamos adelante
Machado Ventura: Como nos enseñó Fidel. Sigue Víctor.
Víctor Gaute: Bueno, el asunto es este: Sandrito fue visto, a 140 km/h y hablando como un boricua.
Ramiro Valdés: Eso de hablar como un boricua es parte de la cultura chatarra de la que los otros días hablaba Abel Prieto. La que Fidel dijo un día nos penetraría.
Machado Ventura: Parece entonces que las convicciones de Sandrito flaquearon.
Sandro Castro: Ay Señor, ¿de qué convicciones Ud. habla? Pol favol, papi, date un respetón
Tony Castro: ¡Calla muchacho! ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a Machadito?! Un hombre que puede ser tu abuelo.
Machado Ventura: Ejem, ejem, no es para tanto. Dale, Víctor, continúa.
Ramiro Valdés: En este punto, debemos insistir en algo: la austeridad. Está claro que Sandrito no heredó ese rasgo de nuestro Fidel. Y si vamos màs al fondo del asunto, tú, Tony, tampoco. Te fuiste en un yate por el Mediterráneo un día….
Tony Castro: Eso no fue así. Eso fue que elevamos anclas, nos quedamos dormidos y el yate salió a navegar. Sin timón ni timonel.
Ministro del Interior: Nunca me enteré de eso. Y coño, yo estaba en la Marina. ¿Solo? ¿Al pairo? Debe haber sido terrible. ¡Pobre Tony!
Tony Castro: Fuimos de la Riviera Francesa hasta una isla en Grecia. Había una corriente marinaaaa y una brisa que hinchaba las velas. En fin, que cuando amaneció, nos vimos ya llegando al puerto, pero todavía nos quedaron unas horas de angustia. Llegó la noche y la nave se desvió. Por suerte terminamos frente a un restaurant. Traíamos un hambre…
Víctor Gaute: Esas son las cosas que yo digo. Navegó de Francia a Grecia, ¡y jamás perdió su acento de cubano!
Machado Ventura: Y el enemigo desinformando… dijeron que el viaje había sido de Grecia a Turquía.
Víctor Gaute: ¡Cuánta malicia la de esos medios!
Ramiro Valdés: Ya eso es pasado… analicemos el asunto que nos ha traído aquí. Yo entiendo el punto de Gaute. Tony navegó kilómetros y no cambió su acento. Acá Sandrito, manejó…. ¡qué se yo! ¿Cinco kilómetros en un minuto? Y se puso a hablar como un vil reguetonero.
Ministro del Interior: Permiso… pero ¿a qué velocidad iba ese muchacho? ¿Por qué carretera?
Víctor Gaute: Eso es lo que queremos que él nos aclare. ¿En qué carretera es esa que se puede correr a esa velocidad, acá en Cuba?
Tony Castro: Arriba Sandro, ¡habla!
Machado Ventura: Coño, no atosiguen al muchacho. Déjenlo que hable. Un momento de debilidad ideológica lo tiene cualquiera.
Sandro Castro: Ay, Señor…
Machado Ventura: Sí, chico, sí. Cuando el Desembarco del Granma, que fuimos sorprendidos por la tiranía, a todos se nos aflojaron las patas y de no ser por Juan Almeida y su grito….
Sandro Castro: Papi, ¿de qué tú hablas si tú no estabas entre los expedicionarios? No infles.
Machado Ventura: (molesto ya) ¡No estuve porque Batista me tenía detenido! ¡Y torturándome además!
Víctor Gaute: Eso es cierto. Hagamos la precisión histórica. Machado no estaba, pero se entiende su punto… luego quisiera hablarles del Combate de Alegría de Pío… por cierto, ya que hablo de alegría… me he puesto alegre al verte afilado en la Historia, Sandrito. ¡felicidades!
Sandro Castro: Gracias, Papi…
Ministro del Interior: Yo estuve haciendo mis cálculos, ahora, y para recorrer 5 kilómetros en un minuto, debió ir a ¡300 kilómetros por hora! ¿Qué Lada alcanza esa velocidad?
Sandro Castro: Fue en un Mercedes, y además fue en 2 minutos.
Ministro del Interior: Bueno, igual… ¡150 kilómetros por hora! Ibas por encima del límite permitido. Perdón muchacho, pero tendré que multarte por ir a exceso de velocidad.
Víctor Gaute: Coño, Lázaro, ¡aguántate ahí! ¡Estamos hablando del nieto de Fidel! Un chico joven, Fidel sugeriría que le diésemos una oportunidad.
Tony Castro: Siempre lo malcrió, siempre lo consintió; por eso es que está como está.
Víctor Gaute: A ver, … entonces, ¿qué hacemos?
Ramiro Valdés: Bueno, en eso estamos. Analizando el asunto.
Machado Ventura: Sí, pero ¡tiene que haber una sanción!
Sandro Castro: Ay Señor, … ¡Ud. siempre sancionando!
Victor Gaute: Calma, calma, tengo aquí el manual de procedimientos, elaborado por el mismísimo Fidel, para casos como este. Según la sección quinta, del capítulo tercero, cada vez que un funcionario o hijo de un funcionario incurre en una conducta como esta, Fidel sugería “desaparecerlo un rato”. Dice aquí: ” se le envía a un Hotel”. En fin, lo podemos mandar para Varadero… digamos…. ¿15 días?
Sandro Castro: ¡Cansado estoy de ir a Varadero!
Víctor Gaute: ¿Guardalavaca?
Sandro Castro: Me la conozco como la palma de mi mano
Víctor Gaute: María la Gorda
Sandro Castro: Ufffff, ¡hasta con la sobrina estuve! Una flaquita sexy ahí
Víctor Gaute: Jardines de la Reina…
Sandro Castro: Aburrido de nadar entre cocodrilos.
Víctor Gaute: Tony, mi hermano, ¿qué cosa es esto?
Tony Castro: Imagínate,… ¿por qué tú crees que me fui a Grecia? Digo, a Turquía.
