Miembros de una comunidad en Cuba contemplan y promueven una pelea de perros en plena calle, incluso en presencia de niños pequeños, abriendo apuestas de hasta cien pesos. El periódico oficialista Victoria, de Isla de la Juventud, publica una gráfica que muestra la falta de conciencia existente entre los cubanos en torno a la protección animal.
No importó que en la pelea participara el perro del barrio, ‘Toby’, para que una parte de los espectadores animara a su agresor. Quienes se aproximaban se quedan interesados en saber quién ganaría al degollar al otro. La pelea no era de indolentes. El “dueño” de Toby, un can de 14 años, aseguraba que al perro que le llevaran lo liquidaría.
“Ellos son los culpables, pasaron por aquí con su perro, lo provocaron y él respondió. Ladró, gruñó, mostró los dientes…, hizo un despliegue de sus armas para intimidarlos, pero imagínese…”, dijo el hombre justificando las apuestas a favor de su can.
Para el hombre es normal que se armen estas peleas entre perros en Cuba. Para sus dueños, es solo cuestión de días que se recuperen y estén de nuevo al ruedo, sin importar el dolor del proceso, ni tampoco brindarles atención médica a las heridas provocadas por estas peleas.
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“Lo trancaré unos días. Para la semana que viene ya estará curado”, dijo el hombre a la articulista de la denuncia.
No existe cultura de protección animal, gracias al desinterés del régimen cubano de promover conciencia. El aparato de propaganda, enfrascado en el sostenimiento de la dictadura, que bien podría utilizarse para difundir campañas de concientización, no trae a la luz la condena del maltrato animal.
Si bien recientemente el régimen cubano anunció la aprobación del Decreto Ley de Bienestar Animal en Cuba, luego de años en deuda con los proteccionistas, el anuncio responde más al interés de las autoridades cubanas por “cambiar la conversación” en la opinión pública, mientras eventos como estas peleas de perros continúan registrándose sin consecuencia alguna.
Redacción Cubanos por el Mundo
