Luego de varios días de silencio el castrismo sacó a sus emisarios para desmarcarse del escandaloso video de Sandro Castro, nieto de Fidel, y su Mercedes Benz a toda máquina. Pero no se engañe. No hay una admisión de culpas. Solo lo evidente: cuando la verdad está ante los ojos, toca el disimulo burdo y alguien tiene que pagar la culpa. Por la “revolución”, el castrismo decidió sacrificar al “heredero”, como si él no encarnara al máximo el ideal comunista.
El periodista José Raúl Gallego lo explica bien. El reaccionario castrismo, que se desbocó contra el éxito de ‘Patria y Vida’, que controla un amplio aparato de propaganda, estuvo disertando durante días qué hacer ante la excentricidad de Sandro Castro, la misma que manejan a puertas cerradas todos los jerarcas del Partido Comunista de Cuba (PCC), promovida por el propio “comandante” y por la que, a la fecha, no ha habido una respuesta oficial.
“Al parecer la orden ha sido “sacrificar” a Sandro Castro por su video arrebatao dando vuelta en la jeepeta. Curiosamente han salido al unísono Israel Rojas, Alma Mater replicando a Rojas y hasta el tío Alex Castro, miembro de la familia real. En Cuba, donde el apellido Castro es sagrado (y eso no ha cambiado), esto no es casualidad”.
Y en efecto, Alex Castro Soto, hijo de Fidel Castro salió al paso con una respuesta que, si bien no menciona a Sandro, busca “elevar” la moral del castrismo desligándose del joven. “Una papa podrida NO indica que todas las papas del saco estén malas, revisar bien es de sabios”, dijo Castro.
También saltó Israel Rojas Fiel al paso, aunque después se arrepintiera y eliminara la extensa publicación donde parecía condenar el video. “Este país no es una monarquía. La grandeza no es hereditaria. Se puede ser brillante, aunque se nazca en cuna de paja. O un mentecato, aunque se nazca en cuna de oro”, escribió en su muro de Facebook.
Pero como agrega Gallego, el manual del castrismo en casos como el de Sandro Castro, establece que el argumento será apuntarlo como “una desviación del ejemplo del abuelo”, dejando de lado los justos reclamos sobre el origen del lujoso vehículo, sus privilegios y gustos, que no se corresponden con la realidad de los cubanos.
“Resulta que Sandro Castro es tan “especulador” como su abuelo, que gastó millones de pesos del dinero del pueblo para tener la vaca que más leche diera en el mundo, la textilera más grande de América Latina aun cuando nunca funcionara a plena capacidad y toda una inmensa lista de ideas absurdas que ejecutó, llevándose por delante a quien lo contradecía, solo para satisfacer su megalomanía”, escribió Gallego en su muro de Facebook.
Para el cubano, Sandro Castro bien representa al “líder máximo” del castrismo, quien hablaba de austeridad, pero solía ofrecerle a sus “amigos” relojes Rolex, degustaba langostas y vivía de lujos pagados con el dinero público, sin jamás rendirle cuentas al pueblo cubano. “Solo que Fidel no tenía Instagram y trató de evitar lo más posible que existiera en Cuba un acceso generalizado y libre a Internet”.
“Entonces, no se puede separar a Sandro Castro de los privilegios de toda una familia. Sandro está haciendo lo mismo que seguramente haría cualquier persona cuya familia detente el poder absoluto en un país y que no esté sometida a ningún tipo de escrutinios”.
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Redacción Cubanos por el Mundo