Los cubanos se pasan la vida buscando la manera de obtener alimentos para su familia, este fue el caso de la doctora en estomatología Mayelin Ferrer, a quien le regalaron un poquito de comino, y decidió arriesgarse y sembrarlo para reproducirlo.
Mayelin Ferrer cuenta que aunque nadie creía que la cosecha de comino se podía dar, ella siempre confió y lo sembró con la certeza de que le iba a funcionar y de esta manera tendría algo con qué condimentar sus alimentos.
“A raíz de la necesidad que hay, que se está presentando en el país, que no hay prácticamente, como a nosotras las mujeres nos gusta estar en la cocina, especies para uno cocinar. Me regalan un paquetico de comino, con las semillitas de comino y yo llego y digo, no lo voy a tostar, no lo voy a picar, no lo voy a hacer comer, lo voy a sembrar”, contó la doctora a Islavisión.
Relató que luego de sembrar como diez semillas, la matica comenzó a crecer en un período aproximado de 15 días, hasta que brotaron de ella, semillas de esta especie aromática que algunos pensaban que no se podía producir en Cuba.
La doctora en estomatología quien aparte de ejercer su profesión, también siembra otros alimentos para el consumo de su familia porque sus ingresos no le alcanzan para vivir, manifestó que lo que suele hacer es aprovechar las semillas de las primeras cosechas, para seguir sembrando más. Esto es lo que hará con el comino, puesto que conseguir por fuera, es muy complicado en la isla.
“Ya me di cuenta que en nuestro país si se puede dar el comino, que yo pensaba que era algo que no se daba, pensaba que era algo que traían, que exportaban”, explicó.
Resaltó que el comino aunque muchos piensen que no se puede dar en Cuba, sí es posible que crezca, destacando que específicamente se dio en la Isla de la Juventud, donde los cubanos tienen carencias en la fertilidad de la tierra.
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Redacción Cubanos por el Mundo
