Un anciano cubano identificado como Juan Carlos Yzquierdo, denunció que el régimen de Cuba le tiene prohibido trabajar “cogiendo ponches” ya que no tiene “licencia” para hacerlo, razón por la que prefieren condenarlo a pasar hambre antes que permitirle buscar su pan de cada día.
A través de Facebook, el anciano cubano detalla que actualmente no goza de pensión por jubilación, ya que le “botaron las tarjetas SNC 225” de su expediente de trabajo y los trabajadores sociales no hicieron nada para solucionar su situación.
Detalla además que su salud está deteriorada. “Por mi situación económica como adulto mayor que soy y con diferentes patologías de enfermedades que tengo”.
Pese a esto, el anciano cubano asegura que el régimen no no doblegará, detallando que para él todo este escenario es una arremetida por denunciar las carencias que vive él y su familia.
“No me van a doblegar, no voy a claudicar, seguiré mi lucha por lograr que mi Cuba sea un país donde prevalezca la verdadera justicia social y entre otras cosas se respeten de verdad a todos los adultos mayores y si tienen enfermedades que los limiten pues mucho mas respeto se merecen”.
Le recuerda al pueblo cubano que solo “unidos podremos lograr una Cuba digna para todos por igual”. “No voy a morir de hambre, tengo un DIOS todo poderoso que no lo permitira y no permitira que sobre de mi se pongan cargas tan pesadas que yo no pueda soportarlas”.
El anciano cubano presenta un cuadro médico complicado del cual no dio detalles, pero reveló fotografías de una cicatriz en su abdomen y del vomito que actualmente está haciendo.
“Y para aquellos que para defender al gobierno me puedan volver a preguntar o decir que cuanto me costaron las operaciones les diré que muchos años de trabajo y sudor, no me regalaron nada”.
Falta de medicamentos en Cuba
El anciano cubano ya había denunciando anteriormente la falta de medicamentos en la Cuba comunista. Su propia nieta fue víctima hace aproximadamente cinco meses, de la escasez de fármacos, ya que presentaba una infección en la piel que no podía ser tratada porque “no había con qué”.
“El Dr. que la atendió le diagnosticó escabiosis, por lo que le indicó un tratamiento médico que consiste en sulfaprin y cefalecina, al dirigirse a la farmacia del Vedado aquí en Güines para comprar los medicamentos le dicen que no los hay y que en las otras farmacias tampoco los hay”.
Redacción Cubanos por el Mundo
