El castrismo ha sacado una de sus estrategias desesperadas y es permitir que los bancos les den crédito a las empresas estatales para que puedan cubrir el déficit que les ha dejado el (des) ordenamiento monetario.
Por supuesto, la dictadura quiere hacerlo ver de otra manera y es engañando a los establecimientos gastronómicos estatales diciendo que el crédito es para “inversiones”, pero también para gestionar el capital de trabajo, porque efectivamente las empresas se han quedado sin ganancia y sin capital durante estos meses.
El Banco Central de Cuba dispuso una resolución que permite que los representantes de los establecimientos gastronómicos estatales aprobados como unidades empresariales de base, con características especiales y bajo un nuevo modelo de gestión, soliciten un crédito en el banco en el que tengan la cuenta corriente.
Según información de Granma, el financiamiento que otorgue el banco para la compra de insumos en efectivo, se realizará con la modalidad de líneas de crédito revolvente, y se registra con un propósito específico que depende de la necesidad de la empresa.
Los cuentapropistas estatales también pueden solicitar el préstamo para reparaciones de inmuebles, puesto que para nadie es un secreto que si la economía ahorita a las empresas no les alcanza ni para pagarles a sus trabajadores, mucho menos para remodelar, puesto que no se puede hablar de comprar inmuebles, por los altos costos de las cosas.
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Sin embargo, los bancos evaluarán si la empresa gastronómica estatal que haga la solicitud aplica para recibir el crédito, ya que debe generar ingresos que garanticen el pago y responsabilidad.
Pero es importante destacar que estos créditos bancarios solo son para cuentapropistas de la gastronomía estatal, el resto de los cubanos que se esfuerzan por tener sus propios negocios y que también han sido azotados por el (des) ordenamiento monetario en Cuba, no cuentan con esta alternativa castrista.
Redacción Cubanos por el Mundo