Doce balseros cubanos fueron encontrados en el sur de las Bahamas y estos se convierten en el tercer grupo de cubanos que han interceptado en aguas hacia Estados Unidos durante el mes de marzo.
La Real fuerza de Defensa de las Bahamas informó que los balseros cubanos están en el centro de detención de Carmichael Road, después de ser hallados por la guardia costera estadounidense.
Esta vez los balseros cubanos no viajaron en lancha rápida procedente desde Miami, sino en un pequeño barco de vela de madera. La precariedad del medio empleado, habla a las claras de las intenciones desesperadas de una población que, durante más de 60 años ha vivido más de promesas que de certezas.
La Real fuerza de Defensa de las Bahamas informó que los migrantes cubanos fueron llevados a la capital en horas de la mañana del día lunes, y otra vez todos hemos sido testigos del cambio “comunicacional” en la estrategia de informar, algo que en el pasado ha sido objeto de críticas desde el exilio en Miami fundamentalmente, porque a las autoridades cubanas les importa bien poco si sus ciudadanos son tratados como seres humanos o como animales violadores de leyes migratorias.
Las historias de los balseros cubanos detenidos en Bahamas ha pasado por momentos dolorosos. En todos los casos, poco le ha importado al gobierno del Dr. Hubert Alexander Minnis, médico y político bahameño, quien fue elegido como Primer Ministro de las Bahamas el 11 de mayo de 2017, y sucesor de Perry Christie, si quienes entran en sus aguas son víctimas del tráfico humano o si son simples migrantes desesperados por escapar de penurias ecónomicas.
En todos los casos, hasta hace muy poco, las autoridades de Bahamas han hecho bien poco por mantener informados a los familiares de estos en la isla o en la Florida.
Falta mucho en materia de Derechos Humanos para que Bahamas y Cuba se decanten por seguir las reglas internacionales en este aspecto.
#BreakingNews @USCG crews transfer 12 #Cuban nationals to the @TheRBDF Sunday. A #USCG aircrew spotted the boat Friday with a broken mast, taking on water near Cay Cal, #Bahamas & a small boat crew launched to rescue them due to safety of life at sea concerns. #DontTakeToTheSeas pic.twitter.com/YDRRJ0tJiT
— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) March 28, 2021
La prueba más fehaciente de ello ocurrió la semana pasada. Los familiares de una de las balseras desaparecidas en el naufragio ocurrido frente a Cayo Sal, dijeron haber encontrado a la joven. El testimonio había sido dado por una oficial del mismo centro migratorio donde fueron llevados estos migrantes. Sí, Adriana María Consuegra Caro estaba viva, según una funcionaria del citado Centro.
Al final todo resultó ser “un error”, pero las autoridades de Bahamas no han siquiera informado que medidas se tomaron con esta funcionaria que “engañó” a los familiares de Adriana.
Esto es sintomático del poco interés, profesionalidad y humanismo con el que las autoridades de Bahamas se toman el hecho de la llegada vivos o muertos, de los balseros cubanos a sus costas.
Es curioso que hablemos de Bahamas, un país que antes de convertirse en paraíso fiscal de no pocos millonarios de la región y del planeta, y en paraíso turístico para un grupo más numeroso de personas, veía semana tras semana como miles de sus hijos escapan de su tierra para refugiarse en países como EE.UU. y ¡Cuba!
En la isla, a los procedentes de las Bahamas, jamás se les trató tan mal. De hecho, no pocos de ellos se asentaron en el verde caimán, encontraron trabajo, fundaron familias y tuvieron descendencia. Años después, Bahamas ni siquiera tendría en cuenta esto.
Todavía persiste en muchos familiares, más que nada, el dolor de la desinformación; testigos todos de que en materia de humanidad, poco le importa a Bahamas respirar del drama de unos y de otros. Ellos “cumplen” con entregar la información a las autoridades cubanas que, lo sabe el mundo entero, en materia de “informar” parecen querer competir día a día con China y Corea del Norte.
Redacción Cubanos por el Mundo