En Santiago de Cuba nació un bebé de una madre portadora de COVID-19 en el hospital Militar Doctor Joaquín Castillo Duany.
A la madre del bebé le realizaron una cesárea, en un espacio del hospital que fue adaptado para el procedimiento, porque no contaban con un quirófano con las condiciones óptimas para hacerlo.
El recién nacido está sano, no fue portador de la COVID-19 y tuvo un peso de 4 250 gramos.
“Nació con llanto fuerte vigoroso. Es una muestra de que ante una situación como ésta en condiciones anormales nos podemos crecer”, expresó a la televisión de Santiago de Cuba, uno de los médicos que estuvo presente.
Por su parte, la madre del bebé manifestó su alegría de poder tener a su pequeño con vida y sin ningún padecimiento.
Debido a la historia de fertilidad de la madre, fue necesario realizarle una cesárea de manera urgente, pero el sistema de salud cubano no está preparado con condiciones óptimas en los hospitales para atender situaciones como éstas, por lo que esta cubana tuvo que recibir atención en un espacio improvisado, bajo todo riesgo, para poder traer a su hijo al mundo.
“Es un salón donde siempre se hacen operaciones de ortopedia, cirugía, que no es acostumbrado a esto, muchas veces son operaciones mutilantes, para extraer un órgano dañado”, expresó el doctor.
Afortunadamente la madre y el bebé cubano se encuentran sin peligro, luego de enfrentar las ineficiencias del régimen, en este caso, en materia de salud, al ser atendida en espacios no adecuados para el caso.
Esto es una muestra de que la dictadura cubana, aunque se la pasa hablando del país como una “potencia médica”, no hace nada para ofrecerles a los isleños condiciones dignas, con aparatos médicos e insumos para que los trabajadores de salud puedan atender las emergencias.
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Redacción Cubanos por el Mundo
