En Pinar del Rio, la comunidad de Alonso de Rojas ya finalizó su período de cuarentena después de 17 días de aislamiento.
En la zona detectaron más de 300 casos sospechosos de estar contagiados con la COVID-19, por este motivo habían aplicado esa medida.
Los representantes del sistema de salud castrista manifestaron que en ese lapso de tiempo lograron “controlar” los contagios, gracias a la disciplina y responsabilidad del pueblo.
Asimismo, indicaron que aparte del consejo popular, en el proceso de cuarentena apoyaron otros sectores, entre ellos de educación, el INDER y departamentos de salud de otras zonas, porque los representantes de salud del municipio no fueron suficientes para atender la situación epidemiológica en el sector.
“Y no solo pesquisamos el casco urbano, sino que también me refiero a las zonas rurales aledañas, la pesquisa fue un factor muy significativo”, expresó una doctora pinareña a Tele Pinar.
Sin embargo, los cubanos se han quejado de la ineficiencia de las pesquisas que realiza el decadente sistema de salud, irregularidades que han sido causa de la expansión del virus en el país.
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Otro representante de salud afirmó que continuarán con la “vigilancia” en la zona e identificación de los grupos vulnerables.
El galeno aseguró que asumieron la tarea de enfrentar la cuarentena en el sector, con responsabilidad y cuidado para también proteger a los miembros de su familia, de cualquier contagio.
Pero el régimen tiene a los trabajadores de salud y estudiantes, laborando sin insumos y sin protección de calidad, pues éstos realizan las visitas a las casas con nasobucos de tela, que no son seguros para evitar los contagios.
Cabe mencionar que en la zona viven más de 5 mil habitantes que se dedican principalmente a labores agrícolas.
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Redacción Cubanos por el Mundo
