En Cuba los precios suben y la calidad baja. Así de mala estará la calidad de la pasta de tomate que vende el régimen a los cubanos en Camagüey, que la propia prensa oficialista dedicó un extenso artículo rechazando este producto y exigiendo que se mejore su calidad para el consumo del pueblo.
Ana Guerra, trabajadora de Comunales y vecina de la calle Padre Valencia, indicó que el producto fue vendido por un camión de una presunta mini industria que llegó desde Sancti Spíritus y se estacionó cerca del parque de San Ramón y Sedano.
Los cubanos rápidamente lo rodearon, desesperados por adquirir el producto. Sin embargo, una vez se lo llevaron a casa se encontraron con un “chasco”.
“Abrí la lata, era cualquier otra cosa, pero ni pasta ni puré de tomate. Es una lástima el gasto de tanta hojalata en un producto que no reúne los parámetros de calidad para comercializarlo”, dijo uno de los compradores.
Y es que pese a las denuncias de la población, este camión que vende pasta de tomate en Camagüey, sigue expendiendo el producto, frente a la mirada cómplice de los inspectores y policías, a los que no les tiembla el pulso para multar a los cuentapropista.
El último punto de venta que tuvo este camión en el El Modelo, en la esquina de las calles San José y Bembeta, adscrito al mercado agropecuario estatal El Coco.
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Allí se vendía en dos presentaciones, el grande a 200 pesos cubanos y el mil 600 gramos a 125 pesos cubanos. Pero los camagüeyanos que ya se habían llevando el “chasco” alertaron a sus vecinos de que no la compraran, pues han tenido una “amarga experiencia”.
Maricel Rodríguez López no corrió la misma suerte. Había preparado pollo y le echó la mezcla. La reacción de su familia fue tajante: “no lo emplees más”.
¿Cómo vino a parar esta pasta de tomate a Camagüey?
Según el diario oficialista Adelante, la pasta vino desde la UEB Granja Urbana, San Andrés, Sancti Spíritus, mini industria El Mango, Licencia comercial ADO 494, Licencia sanitaria: 07081009, por si algún inspector está leyendo esto.
Los cubanos aseguran que se sienten desprotegidos y sentenciados a consumir estos productos de mala calidad, que pagan a precios exorbitantes.
Redacción Cubanos por el Mundo
