La cubana Bárbara Rosabal Fernández, madre de Joaquín Martínez, denunció que su hijo no se suicidó como le dicen las autoridades de la cárcel Combinado del Este de La Habana, sino que fue asesinado por los custodios. Según relata al portal CubaNet, el cubano de 32 años fue encontrado muerto en una celda del Hospital Nacional de Reclusos dentro del recinto carcelario.
“A mi hijo lo asesinaron en la cárcel, él no se suicidó”, asegura Fernández desesperada exigiendo justicia para su hijo, pidiendo a las autoridades competentes una investigación “profunda” por la muerte.
Incluso llegó a pedir la exhumación del cadáver para verificar si en efecto su hijo se había suicidado.
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Cubano muerto en cárcel de La Habana
Joaquín Martínez Fernández, era un cubano que estaba cumpliendo prisión en la cárcel para pacientes de VIH, ubicada en Güines, provincia de Mayabeque. En octubre de 2019, al ser diagnosticado con tuberculosis fue trasladado al hospital, donde se desencadenaron los eventos que culminaron con su muerte.
“La última vez que lo visité me dijo llorando que lo habían aislado porque lo acusaban de posesión de pastillas. Estaba muy deprimido por esa situación, no sabía cómo iba a salir de eso”.
Presuntamente el joven tenía entre sus pertenencias más medicamentos de los permitidos por los custodios, razón por la que fue “castigado”
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“Ofrecimos los nombres de quienes le pusieron las pastillas entre sus pertenencias, pero nunca fueron investigados, ni siquiera por las amenazas de muerte que nos hicieron”, denuncia su madre. A raíz del aislamiento al que fue condenado, Joaquín presuntamente se habría auto agredido, pero para su madre todo fue orquestado, por lo que califica su muerte de homicidio.
El cubano fue asesinado
Bárbara afirma que en medio de su desespero al ver a su hijo en semejante estado de depresión, habló con un oficial con grado de teniente coronel nombrado Juan Carlos. Al acercarse, ni siquiera le respondió el saludo. Le pidió que lo mantuviera vigilado porque temía por su vida.
“Le pedí que le quitaran todo con lo que pudiera hacerse daño, (hasta) la ropa si era necesario. Ellos eran los responsables de la vida de mi hijo”.
Detalla que aunque se confirmara que Joaquín se suicidó, la responsabilidad recae directamente en los funcionarios de la cárcel debido al mal manejo que tuvieron con el caso de su hijo.
Las reglas del sistema de salud establecidas en las cárceles cubanas para estos casos norman la vigilancia y la restricción de los medios para atentar contra la vida, entre otras medidas.
Redacción Cubanos por el Mundo