Diplomáticos canadienses afectados por los ataques sónicos en Cuba, están acusando a su Gobierno de “retener información” al respecto, indicando además que existen tres nuevos casos del también llamado “Síndrome de La Habana” identificados en los últimos dos años. Según reporta NBC News, quien tuvo acceso a una carta de los diplomáticos, ellos informan que existen al menos tres nuevos casos adicionales, registrados entre 2019 y 2020.
En su actualización pública, Canadá informó que la última víctima de los ataques sónicos en Cuba fue en 2018.
“La distorsión de la información induce a error al público y genera un riesgo significativo para el envío de nuevo personal a Cuba, ya que no están plenamente informados de los riesgos a los que están expuestos”, escribieron los diplomáticos.
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La carta fue enviada al ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Marc Garneau, y está firmada por nueve diplomáticos canadienses que sirvieron en Cuba y reportaron “síntomas extraños” muy parecidos a los que sus colegas estadounidenses sintieron. Estos diplomáticos habrían estado en Cuba entre 2017 y 2020.
Pese a esta situación, y al actual panorama de la COVID-19 en Cuba, Canadá al parecer planea aumentar la cantidad de personal en su embajada en La Habana. Los diplomáticos dicen que el gobierno justificó esa medida diciendo que no se habían reportado nuevas lesiones cerebrales desde 2018. “De hecho, esto no es exacto”, escriben los diplomáticos.
Nuevas víctimas de los ataques sónicos en Cuba
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Los diplomáticos firmantes de la carta detallan que desde marzo de 2020, 25 diplomáticos canadienses fueron evaluados ante posibles lesiones cerebrales por expertos de la Universidad de Dalhousie.
Christelle Chartrand, portavoz de Asuntos Globales de Canadá, informó que desde que se reportaron las primeras víctimas de los ataques sónicos en Cuba, es una prioridad para su Gobierno garantizar la seguridad del personal diplomático.
“Desde el comienzo de los incidentes de salud, la salud, la seguridad y la protección de nuestro personal diplomático y sus familias siguen siendo una prioridad”, dijo. “El departamento no puede comentar sobre un asunto que permanece ante los tribunales”.
A partir de 2016, diplomáticos estadounidenses y canadienses y otros trabajadores del gobierno estacionados en La Habana comenzaron a enfermarse, muchos después de escuchar sonidos extraños y experimentar sensaciones físicas extrañas. Más tarde, varios trabajadores estadounidenses en China y otros países también informaron experiencias similares y fueron evacuados para su evaluación.
Redacción Cubanos por el Mundo
