El mandamás cubano Miguel Díaz-Canel, aseguró durante una reunión con sus acólitos que el día jueves 29 de abril fue un día doloroso para Cuba, ya que el país registró por primera vez desde que inició el brote de la COVID-19, 18 muertos. De esa cifra, 16 ocurrieron en hospitales de La Habana, epicentro de la enfermedad en el país, mientras que los otros dos fueron en Mayabeque y Camagüey.
Esta cifra demuestra, además, que las medidas de prevención que aplica la dictadura frente a la COVID-19 no están generando los efectos necesarios y es que resulta muy difícil cortar la cadena de transmisión si las colas para comprar alimentos, medicinas o artículos de higiene, se siguen permitiendo en todo el país, detalla Cubadebate.
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Desde que inició la pandemia, el castrismo ha sido muy cuidadoso a la hora de tratar las colas, ya que pese a su carácter autoritario, no se atreve a dispersarlas ¿la razón? No tienen las condiciones para abastecer los mercados y que la gente salga o compre cuando y lo que quiera.
Manuel Marrero Cruz, “primer ministro” de Cuba, afirmó que dicha cifra de muertos es algo a que el país “no se puede acostumbrar” por lo que llamó al sector salud a buscar nuevas formas de contener y enfrentar el virus, mientras los médicos cubanos ni siquiera cuentan con insumos de protección personal.
Díaz-Canel por su parte, alertó que aparte de la cifra de fallecidos por la COVID-19, aquellos pacientes reportados como críticos y graves también están aumentando. Solo en La Habana, 20 pacientes estaban reportados como críticos y 25 graves.
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“Hay que analizar cómo están llegando esas personas a los estados más graves de la enfermedad, porque tenemos protocolos destinados a atender a los pacientes desde que son sospechosos de padecer la enfermedad y evitar que se nos compliquen”, dice el castrista.
Pidió a los funcionarios de alto rango del sector salud “supervisar” como están trabajando los médicos en las áreas de terapia intensiva porque a su juicio, debe haber algún tipo de problema para que los pacientes se compliquen tan rápido.
Mientras todo esto ocurre, el régimen sigue negado a adquirir vacunas en el extranjero para iniciar un proceso de vacunación, pues tiene sus manos puestas en los candidatos vacunales que hasta ahora, no han arrojado ningún tipo de resultado positivo.
Redacción Cubanos por el Mundo